Señor Director:
El triunfo obtenido por José Antonio Kast en primera vuelta y la forma en que quedaron distribuidas las fuerzas políticas en el próximo Congreso dan cuenta de un país que quiere recuperar los equilibrios sociales, económicos y políticos, que permitan a su vez, avanzar sobre la base de acuerdos dentro del sistema democrático.
De esta forma, comienza a diluirse la tesis refundacional que ha intentado imponer la izquierda radical desde el estallido de violencia de 2019, lo que, entre otros aspectos, obligará a moderar el discurso y expectativas de ese sector en la Convención Constitucional.
Gran parte de los chilenos ha asumido que las necesarias transformaciones que se requieren en áreas, como salud, educación y pensiones, sólo se lograrán impulsar desde una institucionalidad que ofrezca certezas, reglas claras y una lucha frontal contra la corrupción y los abusos.
En este contexto, la segunda vuelta adquiere una relevancia significativa para Chile, porque se enfrentan dos proyectos de sociedad con énfasis muy distintos, donde no sólo se definirá a quienes administrará el Estado en el próximo período, sino que también el rumbo por el que transitará el país durante las siguientes décadas.
Para quienes creemos en la democracia, las libertades individuales, el orden, la familia y que el Estado debe estar al servicio de las personas y no al revés, el proyecto que representa esos valores es el de José Antonio Kast.
Macarena Topali
Directora Fundación Espacio 22