Desde que culminó su labor como convencional, Martín Arrau García Huidobro reparte su tiempo entre Santiago y Ñuble.
Es que a sus labores personales en el ámbito agrícola, ahora sumó tareas más permanentes en la arena política, tras firmar por el Partido Republicano.
“Uno se va dando cuenta que son procesos por los que está pasando el país y que van a tomar bastante tiempo, por lo que hay que seguir empujando ciertos temas desde la política”, dijo.
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Precisamente, su incorporación al partido de José Antonio Kast se enmarca en “una necesidad de querer aportar. Lo más fácil es dejar la política, porque se da la paradoja de que los partidos no marcan nada, pero si uno quiere colaborar, debe sumarse a proyectos colectivos. Desde mi punto de vista, el Partido Republicano es el que más me representa y donde me siento más cómodo, porque representa la opción de futuro y esperanza mejor para Chile, y también valores como la libertad, la esperanza y el trabajo. No es un partido que esté haciendo cálculos electorales”, afirmó.
– Y dentro de este proyecto colectivo, ¿Cuáles son sus expectativas? Porque muchos se preguntan si Martín Arrau será candidato a algo en el futuro…
– Hay muchas teorías dando vuelta. Pero de los aprendizajes que uno saca, estar pensando siempre en la próxima elección es uno de los desaciertos que ha llevado a esta crisis de representatividad y de la política. Todos los cargos están recién electos, y si los que estamos en política estamos pensando en la próxima elección, perdemos el foco de las cosas realmente importantes. Yo estoy enfocado en sumar al Partido Republicano y trabajar en propuestas, influir lo más posible en el debate de ideas, sin pensar en ningún cargo en especial.
– ¿Cómo quedaron las relaciones con la UDI?
– Muy bien, si bien hay sustanciales diferencias entre ambos partidos, nos llevamos muy bien y debiera haber coordinación en el futuro en los temas que nos unen, como la libertad, porque el momento histórico que vive el país nos exige estar unidos. En otros, como el proceso Constituyente, tenemos diferencias.
Énfasis en seguridad
– ¿Cuáles son los temas que lo motivan actualmente?
– La seguridad es el tema número uno que expresan todos los chilenos. Lo estamos trabajando en equipo, estoy dedicándole bastante tiempo a través del Partido Republicano, al igual todo lo referente al emprendimiento, las pymes, y las reformas tributaria y de pensiones. Estamos generando contenidos y ayudando a hacer opinión.
– En materia de seguridad, ud. fue intendente. ¿Qué análisis hace de la llegada de los delitos violentos a Ñuble?
– Hay que ser claros, la inseguridad no es un tema de este gobierno. El aumento de las cifras y de sensación de inseguridad viene desde hace años, e incluso décadas, con el descontrol migratorio y el terrorismo. Las malas políticas públicas, malas reformas, no han permitido controlarlo. Ahora, este gobierno debe hacerse cargo porque está en el gobierno. Aparte de paquetes de medidas, como ponerle urgencia a leyes que están en el congreso, de dar más recursos y tomar medidas administrativas; se debe poner la seguridad como concepto amplio, como la primera prioridad. Si no, es muy difícil. Todos deben estar alineados en este tema, se debe aprobar la reforma contra el crimen organizado; reformar la ley antiterrorista; dar un mayor control migratorio; cambiar el estado de excepción a uno normal y no acotado, etc. En Chile siempre pensamos que no nos va a pasar, que no nos vamos a transformar en Venezuela u otros países, pero así está ocurriendo, al igual que en Ñuble. El terrorismo está en la Araucanía, no pasa, y la semana pasada ya quemaron un par de máquinas. Las bandas extranjeras no operan, y hay síntomas de que sí están. Hay que dejar de lado la ingenuidad.
Reforma previsional
– ¿Cree que se logre llegar a un acuerdo para sacar adelante la reforma previsional?
– Sí, está claro que hay que hacer una reforma. Los primeros informes lo advirtieron hace 20 años. Hay que recordar que en los últimos años han habido cambios, hoy tenemos la PGU, que se paga con impuestos generales y que entrega un piso, el cual es redistributivo. Entonces, al aumentar la cotización en un 6%, el cual iría a reparto, se vuelve a hacer redistribución. Creo que hay que sincerar esto, y ese 6% debe ir a las cuentas individuales de cada trabajador. Insistir en este punto demuestra que el gobierno no entendió lo que pasó en el plebiscito, y creo que hay una batalla perdida ahí si insiste. Por otra parte, hay que abrir el debate con temas que quizás no son muy populares, pero necesarios, como aumentar la edad de jubilación.
– ¿Qué le pareció la nueva postergación de la licitación del embalse La Punilla?
– Estos son proyectos que tienen evaluación social aprobada hace mucho rato; tienen evaluaciones ambientales, económicas, se han licitado. Entonces, recuestionar este proyecto, en circunstancias que cada vez llueve menos, cuesta más producir alimentos, pero vemos en invierno que los ríos llevan una gran cantidad de agua, no debería ser. Suena de toda lógica impulsar los proyectos de almacenamiento de agua, una política muy exitosa de los años 60. Seguir postergando, dando razones vagas y poco entendibles, no contribuyen al desarrollo del país.
– ¿Cree que habrá finalmente un acuerdo por el proceso Constituyente?
– Yo soy contrario a las negociaciones que se están dando. No me opongo a las modificaciones Constitucionales, pero éstas debería hacerlas el congreso, soy contrario a crear otra Convención. Creo que el momento ha perdido impulso, y los partidos que están en dicha negociación se han dado cuenta que no les iría bien si van a una elección de constituyentes. Además, seguir en esta discusión demuestra que están muy lejos de la calle, de lo que los chilenos demandan. No digo que no se puedan hacer ambas cosas, pero quien mucho abarca, poco aprieta, y las urgencias hoy son otras.
– ¿Cree que José Antonio Kast es la carta Presidencial de su sector para 2025?
– Eso es anticiparse mucho, pero hoy, sin duda, es la carta Presidencial del Partido Republicano. En la calle uno lo ve, también en las encuestas. José Antonio Kast es un ‘camión’ como figura política, a mí me toca acompañarlo a veces, y es impresionante lo que genera en la gente.
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