Señor Director:
Conmoción ha provocado una serie de secuestros que vienen a engrosar el aumento significativo que ha tenido este delito en este último tiempo, más aún, cuando es sabido que en algunos casos, han terminado con la vida de las víctimas y en otros se han conocido detalles de las negociaciones y pagos asociados a la liberación. Todos ampliamente difundidos en la opinión pública y el temor de la ciudadanía de ser víctima de este tipo de delitos, sin duda, se acrecienta.
Prueba de ello es la creciente demanda que se ha generado, por servicios de protección privada, para mitigar los riesgos asociados a este delito , propio del crimen organizado que opera en Chile.
Nos preocupa el vacío legal de estos servicios, sin supervisión cuya demanda ha crecido al menos un 30%. Requerimientos que actualmente están siendo atendidos por una oferta no regulada, donde habrían muchos profesionales cumplen con las expectativas de sus clientes.
La protección especial de personas, no puede ser abordada sólo por la seguridad pública, ni menos que este tipo de protección sea dirigido exclusivamente para las autoridades y funcionarios públicos con definiciones de alto riesgo. Urge una normativa que regule esta actividad, que dicte pautas claras de capacitación, requisitos y equipamiento para escoltas o guardaespaldas y rangos de acción específicos, para garantizar que la protección de las personas, se haga con personal especializado y entrenado especialmente para ello.
Hugo Ibaceta
Presidente de ASEVA
