A partir de un diagnóstico compartido respecto al escenario de escasez hídrica que enfrenta la región, agravada por el crecimiento sostenido de la demanda, representantes del sector público, los regantes y la academia están sumando esfuerzos para contribuir a mejorar la gestión del agua. Como hito clave, este verano se selló una alianza entre la Junta de Vigilancia del Río Ñuble, la Universidad de Concepción, el Consorcio Tecnológico del Agua y la empresa australiana Rubicon Water, proveedora de compuertas automatizadas.
Red de colaboración
“La Junta de Vigilancia del Río Ñuble (JVRÑ) entiende que la gestión del recurso hídrico debe ser un esfuerzo integrador, en el que distintos actores aporten desde su ámbito de conocimiento para responder a las necesidades que la sociedad requiere de este recurso. Bajo esta premisa, hace más de un año se viene desarrollando un plan de colaboración entre la U. de Concepción, el Consorcio Tecnológico del Agua, la empresa Rubicon Water y la Junta de Vigilancia, con el objetivo de modernizar la gestión hídrica y la infraestructura en la cuenca del río Ñuble”, afirmó Fernando Rueda, presidente de la JVRÑ.
Explicó que, “esta instancia busca relevar el valor de la infraestructura y la automatización en la búsqueda de mejor gestión del agua, además de adaptar experiencias exitosas de modelos de gestión hídrica a las condiciones específicas de Chile. Un ejemplo de estos avances es la que llamamos ‘Evolución silenciosa’ del río Ñuble, iniciativa llevada a cabo por nuestra organización, que ha demostrado cómo la reconversión de infraestructura hídrica puede mejorar significativamente la eficiencia en la gestión. Esta modernización no solo es factible, sino también fundamental para enfrentar los desafíos actuales y futuros en la administración de los recursos hídricos”.
Rueda recordó que, en enero, “se realizó con gran éxito una actividad de lanzamiento de esta iniciativa en Chillán, donde se invitó a participar a diversos actores vinculados al mundo del agua. El encuentro permitió dar a conocer la iniciativa, generar instancias de diálogo y extender la invitación a sumarse a este esfuerzo colaborativo, para avanzar en una gestión hídrica más eficiente, sostenible e integrada”.
Coordinación
Por su parte, el delegado presidencial, Rodrigo García, sentenció que, “Ñuble enfrenta un escenario de escasez hídrica estructural”, por lo que apuntó a variados desafíos, en materia de disponibilidad de agua y de ineficiencias en el uso del recurso. “Aún persisten brechas en tecnificación del riego, pérdidas en canales y falta de almacenamiento eficiente”, explicó.
La autoridad también abordó la “descoordinación en la gestión de cuencas: Existen diversos actores involucrados (regantes, comunidad sin derechos de aprovechamiento de agua, instituciones públicas, académicos) sin una articulación efectiva para la toma de decisiones”. Además, dijo, se observan conflictos por el acceso al recurso, en que diferentes sectores compiten por el agua, “lo que exige una gestión integrada y equitativa”.
“Para abordar estos desafíos, en Ñuble se han impulsado diversas estrategias de coordinación y trabajo conjunto entre los regantes, el sector público y la academia”, destacó García, enumerando, entre otras, el convenio con la CNR para fomentar el riego tecnificado, el trabajo con las organizaciones de usuarios de agua, y la vinculación con la academia, en que “universidades locales están participando en el desarrollo de estudios sobre disponibilidad de agua, modelos de gobernanza y tecnologías para una gestión eficiente del recurso”.
“Estos esfuerzos buscan construir una gestión más eficiente y equitativa del recurso hídrico, donde los actores locales tengan un rol activo en la toma de decisiones”, puntualizó.
Plan estratégico
Según manifestó Octavio Lagos, académico del Departamento de Recursos Hídricos de la UdeC y director del Consorcio Tecnológico del Agua, en materia de gestión, “uno de los desafíos más importantes es tener un plan estratégico de gestión de recursos hídricos para la región, que incluya tanto la cuenca del río Itata como la del río Ñuble”. En ese sentido, comentó que, “se han hecho un par de iniciativas en el marco de proyectos de la Dirección General de Aguas”.
“Un plan estratégico donde se recoja la opinión no solo de los regantes, o de quienes tienen derechos de agua, sino también de toda la sociedad, es decir, opiniones de la academia, por ejemplo, del sector turismo, del mundo de la conservación del medio ambiente, etcétera. Creo que nos falta tener un plan estratégico a corto, mediano y largo plazo que podamos ir ejecutando en el tiempo y con verificadores, con hitos que se vayan cumpliendo”, complementó el académico.
Relevó que, “en la región, tenemos una iniciativa con el Consorcio Hídrico, la Junta de Vigilancia del Río Ñuble y también el gobierno de Victoria (Australia), en el marco de un apoyo que hace con la empresa Rubicom. “En enero, hicimos el lanzamiento de la ‘Alianza público privada académica para una gestión eficiente de los recursos hídricos en Ñuble’. En el fondo, lo que buscamos con esa alianza es levantar desafíos en torno a los recursos hídricos para la región, no solamente para los regates del río Ñuble, sino que para los de toda la región”, expuso el Dr. Lagos.
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