El alza del precio de las materias primas también incluyó a la celulosa y las maderas elaboradas, precisamente los dos principales productos de exportación de la región de Ñuble. El aumento de la demanda internacional frente a una oferta limitada, durante la pandemia, ha empujado los precios al alza, favoreciendo a grandes forestales y pymes madereras, sin embargo, los problemas en la logística y el transporte marítimo, el riesgo de una contracción de la demanda china y el acceso a materia prima amenazan con nublar el panorama para este sector.
En septiembre, las exportaciones forestales madereras alcanzaron un total de US$ 488 millones FOB, registrando un aumento de 24%, en comparación con el mismo mes del año anterior. Asimismo, entre enero y septiembre se han exportado US$ 4.230 millones FOB, lo que representa un aumento de 17% respecto al mismo período de 2020.
En Ñuble, donde el sector forestal es responsable del 74,7% del total de sus exportaciones, se repite la tendencia. La región es origen del 22% de los envíos de celulosa del país, del 30% de las maderas elaboradas y del 13,7% de las maderas aserradas.
En los nueve primeros meses del año, las exportaciones forestales de Ñuble totalizaron US$833,9 millones, lo que representó un aumento de 72,2% respecto a igual periodo del año 2020, destacando la celulosa, que creció 33,2% en valor, y las maderas elaboradas, cuyos envíos se incrementaron un 354%.
No obstante este alentador panorama, la crisis sanitaria está lejos de terminar. Aún hay puertos chinos paralizados por brotes de Coronavirus, la crisis de los contenedores no se ha superado, los valores de los fletes marítimos siguen al alza, y en los últimos meses los precios de la celulosa han tendido a estabilizarse.
El precio promedio de la pulpa blanqueada de pino, en septiembre, disminuyó 2,2% con respecto al promedio del trimestre móvil anterior (junio-agosto de 2021). Con respecto a la pulpa blanqueada de eucalipto, se observa un aumento de 6,1% en comparación con el trimestre móvil anterior.
En cuanto a la variación de los precios promedios para madera aserrada, se registra un aumento del 13% durante agosto, con respecto al promedio del trimestre móvil anterior (mayo-julio de 2021).
Para la madera cepillada, se registra un aumento del 13% para agosto, con respecto al promedio del trimestre móvil anterior (mayo-julio de 2021).
Francisco Lozano, presidente de Expocorma, reconoció que “éste año ha sido un buen año para el sector forestal, así como para otros sectores. El año pasado se produjo una contracción importante a nivel mundial producto de la pandemia, y hoy hay mayor demanda que oferta. De hecho, en Chile, a nivel de producción, vemos que los productos madereros han mantenido o aumentado su oferta dentro de ciertos rangos, sin embargo, la demanda se ha multiplicado por más veces, y me refiero a maderas y tableros. Por otro lado, la celulosa también está con una demanda mayor, los precios están más altos, aunque también tenemos todo el encadenamiento logístico, que va complicando. Entonces, en un escenario de mayor demanda que oferta, el negocio se torna mejor, y efectivamente está siendo un buen año para el sector forestal”.
Lozano agregó que la llamada crisis de los contenedores, así como el alza del precio de los fletes marítimos y los problemas en la cadena logística han afectado al sector. “Los contenedores de aquí a China han subido tres veces o más”, y observó que así como los precios de la celulosa y de la madera han subido, también se han incrementado los costos de producción: “tienes que alimentar las plantas con madera más cara, con fletes que son más caros, con procesos que son más caros y con logística que es más cara”.
Pero el ejecutivo también apuntó a algunos nubarrones que podrían ensombrecer el panorama, como la crisis de la constructora china Evergrande y un eventual contagio a todo el sector inmobiliario.
En cuanto a los precios de las maderas y tableros en Chile, Lozano proyectó que debieran tender a ajustarse en base a distintos factores, una vez que la demanda se normalice.
Pymes madereras
Para Michel Esquerré, presidente nacional de Pymemad, gremio que reúne a las pequeñas y medianas empresas madereras, las buenas cifras efectivamente han beneficiado a los empresarios del rubro, y a toda la cadena de valor, lo que impacta favorablemente en la economía del territorio.
“Este ha sido un buen año para los aserraderos, un excelente año, el mejor de los últimos diez años, yo diría que los márgenes aumentaron un 20%, el problema es que existen muchos nubarrones”, resumió.
Analizó que “ha sido positivo, y en el caso del mercado nacional también vemos un gran dinamismo, pero se vislumbran algunos nubarrones producto del problema logístico en China, el problema logístico en el mundo está afectando al sector exportador por la falta de contenedores, ahora Vietnam está cerrado, así es que en los últimos dos meses hemos visto que han bajado los precios, por lo que no se podría decir si el próximo año va a ser igual de dinámico que el actual, podría haber un poquito menos dinamismo y menores precios. Ahora, la celulosa también ha bajado bastante, entonces, si el factor de baja de precios es el problema logístico, podría ser que el próximo año se vea un poco afectado el mercado, aunque hay que reconocer que todavía es incierto, aún es muy confuso. En general, en el mundo hay una mayor liquidez, hay una mayor demanda, la gente se dedicó a mejorar sus casas, por lo que no es una condición muy normal la que estamos viviendo, es bastante atípica. Sin embargo, el sector forestal tiene mayores posibilidades de recuperación que otros, porque es un sector verde, que va a tener mayor demanda debido a la necesidad de capturar carbono”.
Esquerré advirtió que en los últimos dos meses se ha ido ralentizando la demanda china y eso habría incidido en una baja en los precios. “La crisis de Evergrande podría estar paralizando otros proyectos de construcción, puede ser multifactorial, pero a diferencia de China, no hemos visto el mismo problema en Estados Unidos, en Latinoamérica, en Corea del Sur y en otros destinos, pero China es un actor súper fuerte”. Y planteó que “eso no significa que la dinámica pueda volver cuando se destrabe el problema logístico”.
El timonel de Pymemad subrayó que la mayoría de las Pymes venden únicamente en el mercado interno, aunque acotó que también hay exportadoras en este segmento, principalmente en las regiones de Bío Bío y Ñuble.
En ese sentido, destacó los buenos precios que exhiben los productos de madera en Chile, y comentó que podrían mantenerse con una demanda constante, “ya que la madera representa una alternativa más económica que otros materiales de construcción, que son importados, y que han mostrado alzas de precios mucho mayores, como el acero”.
Consultado por el impacto en las economías locales, el dirigente gremial destacó que los mejores retornos para las empresas madereras también tienen un efecto en los proveedores y en el empleo, de hecho, comentó que se observa un déficit de mano de obra para distintas labores, principalmente en cosecha forestal. “En consecuencia, las empresas han debido aumentar los salarios, hoy en las faenas forestales los operarios no ganan menos de $500 mil, lo que representa un aumento importante respecto de los sueldos previos a la pandemia”.
Inversiones y plantaciones
Entre el 3 y el 5 de noviembre se realizará en Concepción una nueva versión de la Expocorma, un encuentro internacional que no se desarrolla desde 2017, que debió ser aplazado dos veces -primero, debido al estallido social, y después, por la pandemia-, el más relevante de Latinoamérica, y que promete reunir de manera presencial a más de 8 mil actores del rubro, con charlas y exhibiciones de las novedades de la industria, donde el foco estará puesto en la “reactivación verde, bioeconomía y sustentabilidad”.
Francisco Lozano, presidente de Expocorma, hizo hincapié en la importancia de esta actividad y en los efectos positivos “para la zona, para la reactivación de la economía, para todo lo que implican estos eventos, que al final, trascienden al evento mismo”.
Consultado por el efecto que produce la incertidumbre en las inversiones, el profesional manifestó que “el sector forestal trabaja a largo plazo, por lo tanto, las inversiones se definen con esa mirada. Estimamos que la cordura en todas las cosas que ocurran, va a primar. Si bien es cierto, los escenarios cambiaron a nivel mundial, yo creo que la pandemia nos ha puesto a todos en modo de incertidumbre o bien, de adaptabilidad, y por lo tanto, queremos estar acostumbrados a tener certezas en muchas cosas, que hoy no estamos teniendo. Pero la respuesta que hemos tenido de los proveedores por estar en la Expocorma, demuestra que éste es un sector que tiene que seguir desarrollándose de una u otra forma, y por lo tanto, nuestra apuesta es que se mantenga el volumen de negocios que hemos tenido en otros años, que es del orden de los US$100 millones, ojalá lo sobrepasemos”.
De igual forma, descartó que los mejores precios que exhiben los productos empujen por sí solos nuevas inversiones. “Las inversiones son de largo plazo, pero las inversiones, aparte de una coyuntura que pueda haber producto de una mayor demanda o mejores precios, también pasa por una política y por leyes claras. Yo creo que va a seguir a su máxima capacidad lo que hay tratando de producir la mayor cantidad”.
Consultado por la seguridad de abastecimiento de materia prima en el mediano plazo, que se verá afectado por la extinción del DL 701 de fomento forestal, Lozano reconoció que efectivamente se producirá un problema abastecimiento en el futuro. “En Chile se plantó mucho, pero la tasa de forestación ha ido disminuyendo; entonces, tienes un sector forestal que se mueve con una determinada cantidad de árboles, entonces, si Chile tiene la posibilidad de plantar más, qué políticas se debieran incentivar para que el pequeño y el mediano propietario planten, y así se genere mayor oferta de madera para poder seguir creciendo, ésa es la principal preocupación”.
“Chile tiene -continuó-, según algunos estudios, la posibilidad de plantar más de un millón de hectáreas, y esas plantaciones serán capturadoras de CO2 neto. Los árboles son una máquina perfecta para capturar carbono y todos estamos viendo los efectos del cambio climático. Por lo tanto, tener una industria forestal activa, plantar más árboles en forma sustentable es algo que nos hace bien a todos, y al planeta”.
Lozano reiteró que las inversiones en plantaciones son a 20 años plazo, en promedio, “y si hoy puede ser atractivo, por los altos precios, y ojalá mucha gente esté pensando en plantar, pero para eso también, aparte de tener un mercado atractivo es necesario que exista una política adecuada que brinde tranquilidad para que eso ocurra, y ahí estoy pensando, por ejemplo, en el problema del robo de madera, en la incertidumbre”. En esa línea, relevó el rol de los incentivos del Estado y de otras fuentes de financiamiento, como los bonos verdes.
Encadenamientos
Precisamente, Michel Esquerré, de Pymemad, sostuvo que “el mayor temor que tenemos las pymes madereras hoy, es el problema del abastecimiento de trozos, es un problema que se ha vuelto crónico que no es del futuro, es algo del presente”, manifestó el empresario, quien relevó que “es muy importante la colaboración de las grandes compañías con las pymes, lo que significa encadenarse productivamente con ellos para que nos puedan abastecer de trozos para producir y trabajar con ellos; a nadie le conviene que se destruyan las pequeñas empresas, que son pieza clave del ecosistema”.
En esa línea, reconoció que con el conflicto en La Araucanía las grandes empresas también se han visto ajustados en su disponibilidad de materia prima.
Finalmente, enfatizó que no ha perdido la esperanza de que se genere un nuevo incentivo estatal a la forestación, para lo cual, advirtió, será necesario desmentir “el mito de que los pinos o los eucaliptos son malos, no hay árboles malos, lo que puede haber son malos manejos”.
