En octubre del año pasado, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley de Portabilidad Financiera, que en su idea matriz establece la simplificación del trámite de cambio de institución bancaria, para que las personas tomen mejores decisiones de acuerdo a las condiciones de los servicios ofrecidos.
Luego de siete meses de discusión en el Senado, el proyecto, que se verá hoy en sala con carácter de suma urgencia, todavía no es ley producto de las enmiendas realizadas al texto original.
“Esta iniciativa nació para introducir mayor competencia en la industria y porque habían antecedentes que la mayoría de los usuarios del sistema bancario estaban dispuestos a cambiarse de institución financiera en la medida que el costo por intereses o comisiones fuera inferior, o en razón de beneficios o calidad del servicio prestado”, indicó el diputado Gustavo Sanhueza (UDI).
A juicio del legislador, “en el actual contexto de pandemia Covid-19, cobra mayor relevancia la competitividad en el mercado financiero y el debate en torno a que la banca pueda ofrecer nuevas condiciones de pago de crédito a sus clientes. Por esta razón, hago un llamado a no demorar más una ley que fue aprobada en su primer trámite hace siete meses”.
Este proyecto, además de facilitar el traspaso de productos entre bancos, propone la emisión de un certificado con costos comparativos entre una institución y otra, protección de datos personales y la incorporación de los productos financieros más comunes para esta nueva portabilidad, como cuentas de ahorro, cuentas vista, líneas de crédito, tarjetas, depósitos a plazo, fondos mutuos, entre otros.
Uno de los temas cuestionados durante las últimas semanas ha sido la disposición de los bancos a colocar créditos Fogape de forma masiva, algo en que el parlamentario ñublensino es crítico: “Si el gobierno ha debido sumar una red de instituciones financieras no bancarias para créditos de capital de trabajo, me parece que la banca no ha querido asumir riesgos y la deja en mal pie respecto de sus compromisos iniciales”.
“Si no les entregamos a las pymes el oxígeno que necesitan, será muy tarde para lamentarlo, por eso es fundamental que todos los actores contribuyan. Y la portabilidad financiera va en ese sentido, porque fortalece la regulación en una industria que a veces es ingrata con los consumidores”, finalizó Sanhueza.