Señor Director:
El alcohol ya no se usa para provocar distracción o frenar el aburrimiento, sino más bien es un canal para lograr la tranquilidad y disminuir la ansiedad. Lamentablemente, el alcohol se encuentra muy alejado de lograr aquello: el alcohol es una sustancia que provoca un estado de placer momentáneo, que gradualmente se va transformando en angustia, estados severos de ansiedad que desencadenan agresividad y trastornos severos a nivel emocional. He ahí la importancia de manejar nuestro consumo de alcohol en cuarentenas y en nuestro hogar.
La relativización del consumo provoca la adicción que lleva al deterioro cognitivo y psicológico que afecta grandemente nuestra salud. Es por esto que quizás sobrevivamos al COVID-19 pero sobrevivir al encierro con una salud mental indemne es un desafío aún mayor.
Matías Ibáñez Díaz
Médico, Experto en Alcoholismo