El proyecto de ley que busca modificar el Código del Trabajo y otros cuerpos legales para la prevención, investigación y sanción del acoso laboral no puede sino invitarnos a reflexionar.
Como empleadores, jugamos un rol importante en la salud mental de nuestros trabajadores. Por eso, junto con remunerar a nuestros talentos, tenemos que establecer mecanismos que nos permitan levantar alertas tempranas frente a situaciones que pongan en riesgo su bienestar.
Lamentablemente, tal como sucedió con Karin -cuyo caso dio origen al proyecto que discute el Senado- los episodios de acoso o menoscabo laboral se dan al interior de diversas organizaciones, especialmente, cuando los trabajadores deben -o sienten que deben- competir por ascensos, bonos y calificaciones.
Y es que hemos construido una sociedad que se rige por parámetros de exitismo, un modelo que tenemos que repensar.
Claramente, la salud mental es multifactorial. No obstante, si estableciéramos auditorías o fiscalizaciones, podríamos tomar las medidas a tiempo para prevenir consecuencias mayores.
Hoy, la nueva propuesta legal nos invita -como líderes de una empresa- a hacernos cargo y considerar programas de salud mental, prevención de alcohol y drogas; y crear instancias para que nuestros trabajadores se sientan en armonía con sus pares y jefatura.
Debemos unirnos como sociedad para mejorar el bienestar de todos; porque si no avanzamos en lo humano, en realidad, no tiene ningún sentido avanzar en lo económico.
Claudia Valdés Muñoz
Gerente general de BBSC