El aeródromo Bernardo O’Higgins de Chillán se convirtió por unas horas en un control fronterizo internacional, para la llegada de tres aeronaves de pequeña envergadura provenientes de Neuquén, Argentina, con tres parejas de nacionalidad argentina y brasileña a bordo.
Este evento refleja el creciente interés turístico por esta zona de Chile y la importancia de la mantención de la seguridad fito y zoosanitaria.
La llegada de las aeronaves fue autorizada por la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile. Este tipo de operaciones, que son ocasionales en el aeródromo, abre la puerta a un turismo más personalizado y a la vez plantea desafíos en términos de control y seguridad.
Pablo Romero, coordinador regional de controles fronterizos en Ñuble, fue uno de los encargados de coordinar las labores de inspección, en conjunto con el servicio de Aduana y Policía de Investigaciones, quienes concurrieron a realizar las inspecciones correspondientes. “Esta inspección es fundamental para asegurar que no ingrese al país ningún producto agrícola o pecuario que pueda representar un riesgo para nuestra seguridad fito y zoosanitaria”, explicó Romero.
El proceso de inspección se realizó sin inconvenientes. Las parejas, bien informadas sobre las normativas, demostraron respeto por las regulaciones nacionales y el proceso de inspección, que consistió en la revisión de equipajes de mano y los compartimientos de las avionetas, asegurando que no hubiera productos de riesgo. Este tipo de control, es una parte crucial del sistema de seguridad nacional y contribuye a proteger la sanidad silvoagropecuaria de nuestro territorio.
