Ruta a las Termas

El Valle Las Trancas, las Termas y los Nevados de Chillán son hoy el principal imán turístico de Ñuble. Esta temporada invernal lo confirmó, ya que fue el destino más visitado del país, con más de 350 mil visitantes proyectados y entusiasmo en el sector turístico. La nieve trajo movimiento, pero también expuso una vez más la fragilidad de la conectividad vial, un problema que amenaza con comprometer el futuro de este polo económico.
La Ruta N-55, único acceso al complejo cordillerano, se ha convertido en un cuello de botella que transforma un viaje de una hora en un trayecto de tres o más. Los tacos y los cortes para “regular” la entrada y salida de turistas son parte de un guión que se repite cada invierno.
El diagnóstico no es nuevo, sin embargo, todavía no existe un plan claro para revertir este escenario. Desde la Cámara de Turismo del Valle Las Trancas, la recién creada Federación de Comercio, Turismo y Servicios de Ñuble (Fedecomtur) y el propio complejo Nevados de Chillán, coinciden en que las medidas paliativas han permitido contener los días críticos, pero no resuelven la raíz del problema. La presidenta ejecutiva de Fedetur Chile, Mónica Zalaquett, lo sintetizó con crudeza: “Un mal acceso puede incluso matar un destino”.
Aparentemente, no se entiende que no se trata solo de una carretera para una élite de empresarios y turistas, sino de una inversión estratégica para toda la comunidad cordillerana y, por extensión, para la economía regional. Las Trancas-Nevados genera 600 empleos directos y cerca de 4.000 indirectos. Además, la zona no solo vive en invierno, ya que el turismo de montaña, el senderismo y el ciclismo mantienen viva la actividad en verano y otoño. Estamos frente a un motor que funciona todo el año y que merece infraestructura a su altura.
El debate sobre construir una tercera pista, o bien levantar un camino alternativo no puede seguir en la indefinición. Ambas alternativas tienen costos distintos y grados de complejidad, pero lo inaceptable es la inacción.
Ñuble no puede resignarse a que su mayor vitrina turística dependa de una vía estrecha y deficiente. La conectividad es tan importante para un destino turístico como la calidad de los servicios.
Los resultados y potencial del polo de turismo cordillerano obligan a pensar de forma más ambiciosa. Una segunda ruta a Las Termas no es un capricho, es un factor de desarrollo que haría que el turismo de montaña en Ñuble se proyecte como un referente sudamericano.
En turismo la primera impresión cuenta, y hoy esa primera impresión se opaca por un taco de horas en la Ruta N-55.
Antes de convertirnos en región, el Valle Las Trancas y las Termas ya eran un destino capaz de competir a nivel nacional, y por eso 7 años después de obtener esa nueva condición político-administrativa, le corresponde al Estado dotarlo de la infraestructura vial que necesita.