Rusia derribó los drones no tripulados, cuyos restos cayeron sobre el Kremlin.
Pese a que la administración de Putin acusó a Ucrania por tal “acto terrorista”, el gobierno ucraniano negó haber estado detrás de estos drones.
“Esta noche el régimen de Kiev intentó golpear con vehículos aéreos no tripulados la residencia oficial del presidente de la Federación Rusa”, indicó el Kremlin en un comunicado publicado en su página web.
Según la Presidencia rusa, “dos drones se dirigían al Kremlin” y “como resultado de las acciones oportunas tomadas por los servicios militares y especiales que utilizan sistemas de lucha radioelectrónica, los dispositivos fueron inutilizados“.
Rápidamente Ucrania salió a responder la acusación sobre el presunto ataque con drones, rechazando ser los responsables.
“No tenemos información alguna sobre los supuestos ataques nocturnos contra el Kremlin”, aseguró a través de su cuenta en Twitter el asesor de la presidencia ucraniana, Myjailo Podolyak.