Una política de gobierno que debió significar satisfacción y alegría por el deber cumplido, se ha transformado en una verdadera pesadilla para el intendente, Martín Arrau.
Primero, por la publicación de fotos de funcionarios-candidatos repartiendo las cajas del programa “Alimentos para Chile” y las consiguientes críticas de la oposición, por el aprovechamiento electoral; y luego, por la filtración desde la región del protocolo emanado desde la Secom para precisamente evitar situaciones como la antes descrita.
Entre los problemas que ha debido enfrentar la autoridad regional, está el saber cómo un documento interno llegó a manos de la prensa, situación que ha generado roces y desconfianzas al interior del gobierno regional y entre Intendencia y Segegob, e incluso, recriminaciones desde el nivel central.
En tanto, y después de haber negado que el protocolo filtrado fuera el oficial -se habló el martes de un “borrador”-, esto fue desmentido ayer por la ministra vocera de Gobierno, Karla Rubilar.
“Hace días, una autoridad cometió un error por medio de una publicación en redes sociales. Como gobierno decidimos regular a través de un instructivo cómo se debían hacer las publicaciones de la entrega de este beneficio social, para que la gente viera que estábamos entregando las cajas y disminuir así la angustia. El instructivo tenía ciertos lineamientos, queríamos dejar en claro que las publicaciones estaban centradas en las personas, no en las autoridades, y que cada persona que apareciera en una publicación, debía dar su autorización expresa. Queríamos dejar en claro que era una política de Estado, que si bien es un programa hecho por el Presidente, debía estar su nombre y también el de los alcaldes, independiente del color político. También que este proceso debía ceñirse de manera estricta a las normas de Contraloría. Por eso decía que no podía aparecer el Presidente regalando las cajas. Ése fue el espíritu de este instructivo”, manifestó Rubilar.
Y agregó: “Debemos reconocer que no fue un instructivo bien hecho, que es oficial, que lo difundimos, que no fue dialogado y que no refleja las directrices que dimos. Quiero ser categórica, si el Presidente hubiese visto el instructivo como salió, jamás lo habría autorizado. Si se quiere buscar un responsable, la responsable soy yo”.
La vocera de Gobierno insistió en que “Como está mal hecho y lo reconocemos, he dado instrucciones para realizar un nuevo instructivo que ya está listo y que se ciñe estrictamente a las normas de Contraloría. Fue enviado a este ente para que tome conocimiento. Queremos transmitir que este proceso es extremadamente sensible.
Sabemos que se habla de la dignidad de las personas, y que no podemos cometer errores, por eso hemos salido a dar la cara”.
Documentos “distintos”
La gran pregunta ayer era por qué la Intendencia había negado que el instructivo fuera el oficial, en circunstancias que la ministra Rubilar había hecho un “mea culpa”, y aseguró que el documento existió.
Consultado el seremi de Gobierno, Raúl Martínez, sobre los dichos de la ministra Rubilar -Intendencia delegó ayer la vocería local-, manifestó que “Hay que aclarar que son dos instructivos distintos. Uno es el de la Intendencia de Ñuble, que fue un documento previo, usado como base para elaborar un informe final que se envió el 5 junio al Consejo Regional. El otro, se refiere al emitido por Secom, y que tal como se dijo, si bien se hizo para justamente evitar cometer errores, ése sí fue un documento final, y que como reconoció el Gobierno, fue un documento que estuvo mal hecho”.
Sin embargo, el protocolo local era casi idéntico al de la Secom en su acápite “Cobertura digital para entrega de cajas en RM y regiones” , y circuló entre servicios y periodistas institucionales desde el 3 de junio, como instructivo a seguir.