El joven delantero de Ñublense de 24 años, Sebastián Romero, fue uno de los jugadores que decidió quedarse en Chillán durante el transcurso de la cuarentena debido a la pandemia del Covid-19 que afecta a Chile y al mundo.
El delantero, sin embargo, pensó en retornar a su tierra natal, Calama, pero finalmente junto a su pareja decidió quedarse en la capital de la Región de Ñuble, tomando las medidas correspondientes. Romero ha estado entrenando en su hogar al igual que todos sus compañeros, para no perder forma física al momento del reinicio del torneo.
El ex Cobreloa ha mandado videos al cuerpo técnico donde muestra las sesiones de entrenamiento diario.
“Fue una opción para nosotros el haber ido a Calama, pero cuando nos restringieron que no nos fuéramos de la ciudad ahí ya dijimos con mi pareja que nos quedábamos. Tomamos las precauciones que hay que tomar, acá tratamos de pasar el día, tratar de hacer algo todos los días junto a mi pareja y mi hijo para no estar aburridos, pero la verdad es que teníamos muchas ganas de estar en Calama. Yo hace cuatro meses no puedo ir a ver a mi familia, hubiese sido un flujo anímico muy importante, no he jugado y se me ha hecho difícil estar acá”, declaró Romero al programa “En la Línea”, de la radio Nuevo Mundo de Calama.
“El cuerpo médico nos exigió quedarnos en nuestras casas, que no tengamos contacto con la gente, y bueno, que salgamos lo menos posible a comprar al centro o a los supermercados, si podíamos que hiciéramos compras por internet. Hemos estado entrenando en nuestras casas, tenemos que reportarnos las veces que entrenamos, nos enviamos videos y hacemos videollamadas a veces. Hemos tomado todas las medidas para no estar contagiados”, agregó.
El jugador se refirió también al hecho de que el torneo no se esté jugando. Tuvo que pasar por lo mismo durante el campeonato pasado, luego del estallido social en el país.
“Para nosotros es una pena grande que dejemos de entrenar, que se paralice el fútbol, porque ya lo vivimos hace un par de meses con el estallido social, donde estuvimos cerca de cinco meses sin jugar. Es fuerte para nosotros, porque vivimos de esto, el 80% de los jugadores vive esto para alimentar a nuestras familias, es complicado cuando se para. Por ley nos tienen que seguir pagando, ahora esperemos que todo se pueda solucionar pronto, obviamente que primero está la salud de la gente”, recalcó el delantero.
“A veces es latero estar encerrado, en el departamento es chico el espacio, con mi pareja tratamos de hacer cosas con mi hijo, ver series, jugar play, a mí me gusta la cocina y acá cocino harto, pero hay que ingeniárselas para poder entretenerse diariamente”, finalizó el exCobreloa.
