Muy poco para rescatar dejó el 0 a 0 entre Unión San Felipe y Ñublense disputado en el Estadio Lucio Fariña Fernández de Quillota.
Lo positivo para el Rojo fue volver a sumar unidades como forastero, tras dos derrotas consecutivas. Mantener el arco en cero, y evitar que Unión San Felipe sobrepasara a Ñublense en la tabla de posiciones.
Lo negativo fue la escasa propuesta futbolística mostrada por ambos equipos. Las pocas llegadas de peligro que tuvo el partido en general, y la expulsión de David Tapia, que dejó a su equipo con un hombre menos cuando aún restaban 25 minutos de partido.
Jaime García introdujo dos novedades en la oncena titular. La primera, y más obvia, obedecía al reemplazo del delantero argentino David Escalante, suspendido por la expulsión ante Copiapó.
Alexander Leonel Corro ingresó por su compatriota, lo que también significó un cambio en el esquema, ya que Ñublense apareció en el césped de Quillota con un 4-4-2.
La otra modificación fue la más sorpresiva, y fue el ingreso de Brayan Valdivia por el venezolano Johan Moreno en labores de creación.
García apostó por un poblado mediocampo (Corro, Orellana, Mateos y Valdivia), para adueñarse del balón y buscar con pelotazos largos lo que pudieran hacer Sebastián Pérez y Mathias Pinto en ofensiva.
En los primeros minutos, ambos equipos se estudiaron. La escuadra de Germán Corengia no propuso un sistema ofensivo al inicio del partido y esperó lo que pudiera proponer Ñublense.
A los 13 minutos el Rojo tuvo la oportunidad más clara del primer tiempo. Federico Mateos envió un pelotazo largo para Sebastián Pérez. El atacante Rojo le ganó el duelo a su defensor y cuando se prestaba para enfrentar solo a Jonathan Salvador, el meta de San Felipe salió rápidamente a achicar y dejar sin opciones al delantero chillanejo.
Unión San Felipe comenzó a aproximarse al pórtico de Sebastián Contreras pasados los 20 minutos de partido, coincidiendo con la aparición de Cristián “La Nona” Muñoz en el trámite del encuentro, apoyado por un incisivo Jimmy Cisterna.
Salinas, Álvarez y Villegas probaron desde media distancia, pero sin la puntería necesaria para vulnerar la zaga Roja, que se paró de buena forma en Quillota, dando muy pocos espacios a los delanteros rivales. Además, estuvieron bien apoyados por el buen trabajo del arquero Sebastián Contreras, quien lució una camiseta con la imagen de la Catedral de Chillán.
Al filo del primer tiempo, Gazzolo conectó de cabeza un tiro de esquina y su remate pasó muy cerca del palo derecho del meta Contreras, en la jugada de peligro más clara para el Uní-Uní.
En la segunda mitad, Ñublense comenzó levemente mejor que su rival aprovechando los chispazos de buen fútbol de Brayan Valdivia.
Sin embargo, San Felipe reaccionó con un potente derechazo de Jimmy Cisternas, que encontró la notable respuesta de Contreras para enviar el balón al tiro de esquina.
El partido era parejo hasta el minuto 68, cuando David Tapia se fue expulsado por doble amarilla. El cantero infraccionó dos veces a Cisterna en cinco minutos y dejó a Ñublense con un jugador menos.
García envió a la cancha a Molina por Valdivia, con la idea de cerrar el empate, y le funcionó, porque San Felipe no generó ninguna jugada de peligro, más allá de tener la posesión.
En los 85 minutos, Pinto casi conectó un pivoteo de Corro en la última llegada de Ñublense.
En los minutos finales solamente destacó la expulsión de Brayan Cortés en los locales, en lo que fue un errático compromiso donde el empate fue lo más justo.