Señor Director:
Hemos conocido a través de su diario sobre la ola de robos que está afectando al comercio chillanejo, lo que constituye un rotundo fracaso del llamado Plan Navidad Segura, levantado por Carabineros y las autoridades de seguridad pública.
También hemos conocido las vergonzosas declaraciones de la general de Carabineros, María Teresa Araya, quien culpó a los locatarios de su triste suerte, por no invertir en elementos de seguridad.
Es por ello que no puedo estar más de acuerdo con el editorial publicado hace unos días, en el que se hace un llamado a trabajar de manera coordinada y colaborativa, entre las policías, los empresarios del comercio, las autoridades del municipio y del Gobierno Regional, y para darle el gusto a la general, las empresas de seguridad.
Solo espero que cuando roben en mi casa o me roben el auto, el carabinero que recoja mi denuncia no me culpe de lo sucedido por no haber contratado a una empresa de televigilancia o a un guardia de seguridad.
La seguridad pública es una misión ineludible del Estado, razón por la que le encomendamos el monopolio de la fuerza. Que no se nos olvide jamás, y a la general tampoco.
Patricia Peñaloza