Los candados reventados, la puerta de metal destrozada, paquetes en el suelo y las repisas a medio vaciar. Así se encontraba la bodega del local de Starken, ubicado en calle Carrera de la comuna de Quillón, cuando el encargado de la sucursal de correo y encomiendas de la empresa Tur Bus fue advertido sobre el robo sufrido cerca de las 03.45 horas de la madrugada de ayer.
Los responsables serían siete delincuentes, quienes llegaron a bordo de tres vehículos, desactivaron las alarmas e ingresaron al local. Sin embargo, Carabineros de la Subcomisaría Quillón alcanzó a recibir un llamado de alerta y llegaron cuando los ladrones estaban aún cargando el vehículo con las encomiendas robadas.
El personal policial advirtió que uno de los siete delincuentes estaba premunido con un arma de fuego, y tras la orden de detenerse, los antisociales abandonaron rápidamente el local para huir en sus tres vehículos, por calle Diego Portales, que es la que conecta a Carrera con la avenida O’Higgins, tramo urbano de la carretera N-48, que conecta a Quillón con Chillán y Concepción.
Además, y como se daría cuenta posteriormente, “en la huida, los antisociales intentaron atropellar a los dos funcionarios que abordaron el procedimiento, por lo que el personal hizo uso de su armamento de fuego para repeler la acción y proteger su integridad frente a los antisociales”, comentó el mayor Mauricio Jeldres, comisario de Bulnes.
Pese a los trascendidos que circularon por redes sociales en la mañana de ayer, no hubo ni intercambio de disparos por parte de la banda delictual, ni tampoco se certificó que los tiros efectuados por la policía uniformada haya impactado a alguno de los ocupantes de los vehículos en fuga.
Cerca de $15 millones
El encargado del local, Marcial Ríos, quien además es el superintendente de Bomberos Quillón, reconoció que el establecimiento no contaba con cámaras de seguridad.
“Lo que pasa es que en esta comuna siempre es todo tan tranquilo, que pensamos que bastaba con tener una puerta metálica de seguridad y candados de excelente calidad, de esos marca Odis, para que el local no corriera riesgos. Pero estos tipos tienen que haber andado con un napoleón gigante, porque de lo contrario no habría podido romper el Odis”.
Ríos planteó que los autores del delito ya habían estudiado el local con anterioridad.
“Primero cortaron la luz, y luego descerrajaron la caja de la alarma y pudieron desactivarla en menos de un minuto, antes que empezara a sonar. Rompieron la puerta y ahí arrasaron con todo. Pero se estaban llevando puros paquetes chicos porque andaban en autos. A la hora que llegan en camioneta, nos dejan sin nada”, observó.
Conforme al agente, para hacer un arqueo preciso del avalúo de lo perdido, se precisaba la presencia de personal de Santiago, pese a ello, y de manera preliminar, estima que “deben ser entre 10 y 15 millones de pesos. Es grande el robo”.
Lo que sí se pudo cuantificar, fue la sustracción de $700 mil en efectivo junto a las encomiendas sustraídas.
De todas maneras, se espera que para hoy la cifra exacta sea declarada al personal de la PDI.
Finalmente, Ríos comentó que junto a representantes de la empresa están estudiando los alcances de los seguros comprometidos, para poder responder a sus clientes.
Otras cámaras
Por orden del Ministerio Público, la investigación de este delito quedó en manos de la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) de la PDI de Chillán.
Considerando que, como se explicó, la agencia Starken Quillón no contaba con cámaras de seguridad, el personal de la BIRO comenzó a realizar un empadronamiento en el lugar, pero también en los locales comerciales aledaños, con el objetivo de conseguir imágenes que hayan sido eventualmente captadas por otras cámaras de seguridad.
Al menos hasta ayer, la policía no tenía claridad si los delincuentes habían huido rumbo al sur o al norte, una vez que llegaron a la carretera, después de arrancar del lugar.
“Parece que Quillón ya no será el lugar tranquilo que era antes. Vamos a tener que adoptar otras medidas de seguridad y comprar cámaras”, reflexionó Marcial Ríos.
En la agencia, hicieron una revisión de lo sustraído y dieron aviso a los clientes telefónicamente durante el día de ayer. Por lo anterior, el local se mantuvo cerrado toda la jornada.
Dentro de los precedentes más cercanos a este robo, se cuentan otros dos atracos de idénticas características y con el mismo modo de operar, en enero de 2019, en la ciudad de La Serena; y el 6 de mayo de 2020, en la ciudad de Calama.
Sin embargo, el hecho más grave se produjo en abril de este año, en Santiago, ocasión en que unos asaltantes a bordo de un vehículo intentaron robar las encomiendas que trasladaba un camión de repartos de esta agencia.
Ante la negativa del chofer, quien junto a su peoneta trataron de huir, los delincuentes los persiguieron por unas dos cuadras, alcanzándolos y disparándole al conductor quien murió producto del impacto recibido.
Ninguno de estos hechos terminó con detenidos.