Señor Director:
Si alguien pasa con luz roja, por la razón que sea, arriesgando su vida y la de los demás, las sanciones y el escarnio público no se hacen esperar. Entonces, parece muy suave no hacer obligatoria la vacunación, no sancionar con pérdida de beneficios sociales a los que no se han querido vacunar, y usar la aséptica palabra “rezagados” para referirse a ellos. Habría que usar palabras que den señales claras, como “irresponsables”, “indolentes”, “pro-cuarentenas”, etc.
Entre las acepciones de la palabra “rezagar” están “quedarse atrás” y “separar las reses endebles que no pueden seguir al rebaño”. Entonces, si hay muchas “reses” que se rezagan, completar el rebaño inmune será imposible.
José Luis Hernández Vidal