La apertura de confinamiento trajo consigo libertades de movilidad y en el ámbito de salud, vino a marcar una intensa demanda en horas médicas, tanto de médico general como especialistas, que habían sido pospuestas por la pandemia o simplemente se requirieron en estas fechas.
Esto se confirma en el informe “El impacto de Covid19 en el sistema de salud y propuestas para la reactivación”, del Colegio de Médicos de Chile, donde se explica que “en el contexto chileno, se ha visto agravada por problemas previos a la pandemia de acceso y cobertura en diferentes regiones y comunas, que se expresan en desigualdades sociales y resultados de salud”.
En Chillán, tal como en muchos lugares de Chile, principalmente hay dos maneras de acceder a atención de salud, pública y privada. En relación a la primera opción hay que llegar a primera hora en la mañana al Cesfam más cercano para solicitar una hora de morbilidad a médico general para el mismo día. Luego, se asigna una fecha para exámenes correspondientes, sino se ingresa a una lista de espera, y seguir con el conducto regular en una siguiente cita donde se decide si es necesario derivar a algún especialista, lo que puede durar meses e inclusos años.
En cuanto al sistema privado, hay tres métodos para solicitar asistencia médica: se revisa la página web, se llama por teléfono o se dirige al centro de salud que desee asistir. En este caso en Chillán existen más de una decena de opciones y el modo de pago puede ser efectivo, mediante un bono o con devolución de prestación por parte de la Isapre si es el caso.
La información en la web suele ser inexacta en algunas ocasiones, lo que conlleva tener que recurrir a llamar telefónicamente, circunstancia que tampoco es inmediata ya que hay tiempos de espera de 10 a 15 minutos, dependiendo del centro médico al que se recurra.
Juan Pedro Andreu, presidente del Colegio Médico de Chillán, recalcó que “desgraciadamente la mayoría de las personas en pandemia solicita atención inmediata, y eso en no salud es así, no hay atención inmediata en el sector que financia el Estado, ni el que financia el propio paciente”
Y agregó: “no hay tampoco ningún sistema que esté vigilando la capacidad que tienen ambos para dar solución a los problemas de salud, lo más cercano que tenemos son las listas de espera, consultas no resueltas del nivel secundario de atención, en los hospitales. Es algo que tiene una historia compleja de muchos años, algunas veces incluso se han borrado estas listas y hemos visto fallecimientos de personas que están en estos listados”.
Comunidad
Aunque en el sistema de salud público no es novedad que las horas de atención y exámenes se retrasen, esto se agravó con la pandemia por Covid-19. Así lo confirmó Cecilia Henríquez, presidenta de la Unión Comunal de Vecinos de Chillán: “todo lo que corresponde a las horas médicas en Cesfam y consultorio es más lento, de todas maneras hay que considerar la pandemia. Nos dicen que están ordenando, están trabajando, están considerando, espero que sea así, y que todas las horas que están pendiente sean solucionadas, porque sí o sí ha sido más lento”.
“Hay horas pendientes con mucha anticipación, desde antes de la pandemia, horas dentales y especialistas, se sabe que las horas de especialistas, lamentablemente, se puede esperar años para obtener una. El problema es cuando realmente hay operaciones o situaciones que merecen ser consideradas con mayor rapidez, pero se dejan de lado. Lo único que queda es esperar que se solucione y que tengan la atención como corresponde”, afirmó la presidenta de la Unión Comunal de Vecinos.
En relación a esto, el director del Servicio de Salud Ñuble, Ricardo Sánchez, indicó que “los establecimientos de salud, registran una alta demanda de forma permanente, que tiene características estacionales dependiendo del momento del año. Por ejemplo, durante el invierno, existen más consultas por virus respiratorios y en verano, por causas gastrointestinales.
En tanto, “la pandemia obligó a la red de salud a adecuar su sistema de atención, diferenciando los flujos entre pacientes Covid y no Covid, como una forma de prevenir el contagio al interior de los establecimientos”.
Si no es posible el acceso a salud pública, Cecilia Henríquez, comentó que “citan a control pero resulta que cuando hay que hacerse exámenes, se demoran tanto las horas que las órdenes de estos vencen o pasan de tiempo y simplemente uno tiene que recurrir al área privada para no perder estos exámenes, para que revisen y sacar adelante el tratamiento”.
La siguiente opción es acceder al sistema privado, pero de acuerdo a Cecilia Henríquez: “particular están escasas las horas y los valores son altos, lo que complica a una persona común y a un adulto mayor, quienes tienen accesos económicos escasos, y deben hacer grandes esfuerzos. Y lo otro son los medicamentos, antes se apoyaban en la farmacia comunal, pero no están todos los remedios hoy”.
Hace un llamado a que las autoridades pongan mayor interés en la atención a los adultos mayores y tercera edad, pues son ellos quienes requieren atención especializada y pasan años esperándola. Y son los que están siendo más afectados.
Colmed y Servicio de Salud Ñuble
Al hacer el ejercicio de solicitar una hora para médico en el sistema privado, las disponibilidad a horas médicas depende de la disposición del especialista en cuestión. Por ejemplo, los más difíciles de conseguir son los cardiólogos, dermatólogos, neurólogos, oftalmólogos, entre otros, y si se encuentra disponibilidad de fecha es para fines de noviembre o de plano no hay.
En este sentido el presidente del Colegio Médico de Chillán, Juan Pedro Andreu, recalcó que “no sabemos cuál es nuestra brecha de especialistas en Chile, no está claro como país cuántos médicos y de qué especialidad necesitamos. Solamente hay que tener en cuenta, por ejemplo, cuántos van a faltar en los próximos años, hay cosas que al Estado se le olvida, que los médicos jubilan, dejan de atender, fallecen, es algo que no está siendo evaluado por nadie en estos momentos”.
Además, aseguró que hay centralización de las especializaciones en grandes ciudades como Santiago, Concepción y Valparaíso, y que el estudio de brecha de servicio de salud tiene que ver con más factores, como “la formación de un especialista es de altísimo costo y la certificación de las especialidad la tiene que hacer una entidad que obtenga el reconocimiento de la Superintendencia de Salud y el Ministerio de Salud”.
En cuanto al sistema público, desde el Servicio de Salud Ñuble, su director Ricardo Sánchez, señaló que la atención “el tiempo de espera es relativo y varía de acuerdo a la patología y la especialidad; pues existen 85 enfermedades garantizadas por el AUGE, que establecen plazos para la atención, que están protocolizados, pues se trata de patologías graves que pueden poner en riesgo la vida de las personas o la capacidad funcional, entre ellas, están los cánceres, la depresión y enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial y el VIH, entre otras”.
“Toda la atención de especialidades, es regulada y priorizada también de acuerdo a la pertinencia y el nivel de gravedad, por cuanto los tiempos para los controles, exámenes y la prescripción de medicamentos, también se relaciona con el tipo de enfermedad y su gravedad”, afirmó el director del Servicio de Salud Ñuble.
Mientras que en tema de reactivación y tratamiento se está haciendo una priorización ya que “al producirse el desconfinamiento, las atenciones presenciales han aumentado, principalmente asociadas a retomar los controles que durante el peak de la emergencia se hicieron con menor frecuencia. Hoy la red asistencial se encuentra en un plan de reactivación, con énfasis en el control de personas con patologías crónicas y exámenes preventivos que ayudan a detectar a tiempo problemas complejos de salud”, afirmó Ricardo Sánchez.
Texto: Antonieta Henríquez