Uno de los atentados más grandes del país en contra de la cultura fue la destrucción del mural de Julio Escámez por parte de las autoridades de la dictadura militar en la Municipalidad de Chillán en 1973. El artista había trabajado por dos años en la elaboración de un mural de gran escala en el hall de acceso al edificio. “De principio a fin” se había inaugurado en 1972 con la presencia del Presidente Salvador Allende, sin embargo, y tras el golpe de estado, los militares decidieron acabar con él.
Esta semana, la concejala Quenne Aitken utilizó sus minutos en la hora de incidentes del Concejo Municipal para pedirle al alcalde Camilo Benavente un último esfuerzo por saber si queda algún rastro de la obra de arte en las dependencias del municipio. La concejala dijo a LA DISCUSIÓN que “como diseñadora soy una gran admiradora de Julio Escámez. El que haya hecho un mural inaugurado por el Presidente Allende es motivo de orgullo. Es un mural que refleja la historia de nuestro territorio y si bien fue destruido hay personas que dicen que quedaron algunos vestigios, algunos muros en pie, trozos importantes en él. Hay una importancia de rescatarlo para darle al edificio municipal un tenor más patrimonial”, precisó.
“Sería muy hermoso que el segundo piso, en este cielo falso, pudiera existir un balcón para admirar el mural. Podríamos generar un salón donde los turistas puedan recorrer la historia como la de Ricardo Lagos, alcalde asesinado. El alcalde Benavente me incentivó a rescatar esta memoria histórica y creo que podríamos hacer el intento”, indicó.
Por su parte, el alcalde Camilo Benavente precisó que “hemos hecho algunas gestiones a nivel nacional para que la Unidad de Patrimonio y el Consejo de Monumentos pueda venir a nuestra ciudad y hacer un diagnóstico para saber si podemos rescatar algo de este mural a través de un estudio de scanner. Esperamos que puedan venir. La Unidad de Patrimonio de la Municipalidad también está haciendo un levantamiento de información con trabajadores de la época. Si no hay nada, está la intención de poder reivindicar este trabajo, con algún muralista que pueda hacer una réplica de la obra destruida”, afirmó el edil chillanejo.
El estado
Por décadas la duda ha estado en si los militares de la época solo pintaron el mural o lo destruyeron picando la pared. Hace algunos años, el ex alcalde Eduardo Contreras declaró a LA DISCUSIÓN que el mural estaba destruido. “Los autores fueron los ignorantes uniformados, las autoridades golpistas de la ciudad y los fanáticos de la derecha local. Meses antes lo habían cubierto con alquitrán, pero alguien les dio el soplo de que dados los materiales con los que se recubría la pintura, en cualquier momento podía rasparse el alquitrán y la obra volvería a aparecer. Por eso fue que en 1974 el coronel de ejército a cargo de la plaza y el golpista designado a dedo como alcalde, azuzados por un militar jubilado de apellido (Gastón) Cruz, ordenaron demoler el muro y el mural”.
El municipio está haciendo un catastro de los funcionarios de la época. Uno de ellos es Jeremías Llanos, quien se desempeñaba en la Oficina de Cultura y Turismo. Él precisó a nuestro matutino que el mural solo fue pintado y no picado, abriendo esperanzas.
Hace algunos años, el mismo muralista (fallecido el 23 de diciembre de 2015) vino a la ciudad para ofrecer un nuevo mural al ex alcalde Sergio Zarzar. Y a pesar del entusiasmo inicial, no se concretó la idea por un tema de recursos. Dada la edad del pintor, se requería de varios ayudantes, lo que encarecía el valor de la obra. Si bien no se pudo concretar este ofrecimiento antes de la muerte de Escámez, la ciudad se prepara para darle un justo reconocimiento al artista y a su obra violentada por el desconocimiento de las autoridades de una época para olvidar.
