Más de 480 mil hectáreas han sido arrasadas por los grandes incendios y en pocos días. Cabe preguntarse, ¿Cómo se orientará la restauración de esos territorios, que en su totalidad son privados? Además, la intervención debe ser de modo urgente, pues la degradación de los suelos post incendios, suele ser vertiginosa.
¿Deberá el Estado asumir totalmente la catástrofe o se dejará que continúen los privados depredando sin respeto a la naturaleza, incluso sin considerar el Cambio Climático?
Estas preguntas deberán ser atendidas con prontitud por el Estado de Chile y tomar todas la prevenciones necesarias, para preservar lo que queda de bosque nativo, así como asegurar que la empresas forestales y agrícolas desarrollen su actividad con total apego a las nuevas normativas que deberán imponerse después de un necesario debate ciudadano.
Óscar Carpenter V.