Señor Director:
Todo parece indicar que una vasta limpieza de este mundo ha comenzado. Piadosamente, en la extracción de desperdicios, no se han olvidado de nosotros, chilenos bastante necesitados igualmente de un buen aseo.
Vemos así, cómo los paraísos fiscales derivan fatalmente en infiernos fecales. Sumando que, tristemente, las islas vírgenes han perdido su virginidad mancilladas por ilustres violadores que ahora deberán pagar “las penas de ese infierno”, sin que ni siquiera aquello logre ocultar la vergüenza de haber engañado, despojado, burlado y embaucado a todos quienes confiaron en ellos inocentemente.
Respeto debemos a nuestras autoridades, consideración que debe ser mutua. Y vulnerar seriamente la ética, aún sin violar visiblemente la ley, más todavía viniendo de la primera autoridad, del rol que desempeña, es una gravísima falta de respeto al honor y a la imagen de un país.
Aníbal Wilson P.