El presidente de la Corporación de Profesionales Mapuches (Enama), Hugo Alcamán, cuestionó el rol del oficialismo en torno a la discusión de los escaños reservados para pueblos originarios en la elección de los constituyentes, que redactaran la nueva Constitución del país.
A días de que la Comisión de Constitución del Senado aprobara los 24 asientos para representantes indígenas, el representante cuestionó a quienes persisten con la idea de bajar a 15 asientos reservados y descontarlos de los 155 constituyentes originales.
“Lamentamos la propuesta del oficialismo, que finalmente no prosperó, pero era una propuesta no trabajada por nosotros los pueblos originarios, y donde se buscaba la mínima participación indígena”, comentó Alcamán.
“A nosotros nos parece legítimo que un sector tenga este tipo de temores, lo que no nos parece legítimo es que se juegue con nosotros, que primero no hayan podido llegar al 25 de octubre, nosotros, los pueblos originarios, llegamos al 25 de octubre sin saber absolutamente nada sobre cuál iba a ser nuestra situación -fustigó- Entonces llamamos al oficialismo a que nos respete”.
“El Presidente Piñera ha dicho reiteradamente en su Gobierno que nos va a reconocer; cosa que no se ha hecho”, sentenció.
Los 24 escaños para pueblos originarios son aparte de los 155 convencionales constituyentes que estableció el acuerdo por una nueva constitución, por lo que el número aumentaría a 178 si llega a aprobarse en la Sala del Senado.
Deben flexibilizar posiciones
El senador Pedro Araya (Independiente) también cuestionó la idea del oficialismo y pidió “a la derecha” flexibilizar posiciones.
“El argumento que ha entregado la derecha en orden a que los 23 escaños significarían una sola representación de los pueblos no tiene a mi juicio sustento, dado que, lo que se busca aquí es que cada pueblo pueda estar suficientemente representado y tenga a lo menos un constituyente”, sostuvo el senador.
Araya agregó que “por esa razón, yo espero que la derecha pueda flexibilizar posiciones y podamos lograr un acuerdo que permita lograr escaños reservados para los pueblos originarios. En esa línea, si ese acuerdo no se produce será una muy mala señal, y a mí juicio muestra una vez más cómo el Gobierno y la derecha no fueron capaces de leer lo que ocurrió con el estallido social, ni mucho menos, el resultado del domingo pasado en el Plebiscito”.
Se espera que los escaños reservados se voten en sala la segunda semana de noviembre.
