Un brutal crimen quedó al descubierto al interior de la Prisión Estatal de Corcoran en California, Estados Unidos, donde uno de los internos fue acusado de haber decapitado a su compañero de celda.
Jaime Osuna, de 31 años, es quien está bajo sospecha por el asesinato de Luis Romero, al que le habría cortado varias partes de su cuerpo, incluyendo un ojo y un dedo, antes de provocarle la muerte.
El crimen lo habría cometido con un “objeto metálico afilado envuelto en una cuerda y atado a un mango”, de acuerdo con los detalles entregados por el fiscal del condado de Kings, Phil Esbenshade, quien agregó que este es “el caso más espantoso que he visto en términos de atrocidad”.
La víctima, de 44 años, habría perdido la vida debido a “múltiples traumatismos de fuerza aguda” y estando “consciente durante una parte del tiempo” que duró su tortura.
Osuna cumple una condena de cadena perpetua, sin derecho a libertad condicional, por un asesinato cometido en 2011. Sin embargo, si es hallado culpable de la muerte de su compañero de celda, podría ser sentenciado a pena de muerte.