Señor Director:
La renuncia de la constituyente Rossana Vidal a La Lista del Pueblo es una señal potente de lo que no quiere la ciudadanía. Desde el comienzo, esta lista ha utilizado el nombre del pueblo para sus ideas cerradas y se ha negado al diálogo con sectores y constituyentes a los que ellos consideran como incompatibles o “amarillos”.
Pero como señaló Vidal en su renuncia, ellos solo representan a un pueblo, no al pueblo, porque también hay un pueblo silente, más mesurado, al que también le interesa el diálogo.
La elección de cada constituyente fue en base a las ideas que él representa y no la que un grupo quiere implantar sobre el resto. Rossana Vidal es un ejemplo de lo que Chile necesita: diálogo para lograr lo que la ciudadanía necesita, y no ideas totalitarias que utilizan el nombre “del pueblo”. Demás está señalar que, como también dijo Vidal, deberían cambiarse el nombre.
Diego Ormazábal
Cientista Político