Señor Director:
En varias ocasiones nos hemos referido a la importancia que tiene la lectura para el desarrollo intelectual. Está comprobado científicamente que sin lectura este desarrollo carece de profundidad y extensión. También hemos señalado que la lectura debe planificarse ante la inmensidad de la oferta y ejecutarse con ciertas técnicas que potencien la eficacia. En esta oportunidad, queremos referirnos a la relectura como parte de un método de probada eficacia. Un buen libro debe leerse más de una vez, total o parcialmente, se verá que nuevas lecturas mejoran la comprensión y abren nuevas perspectivas. Como usted es inteligente y entiende lo que quiero decirle, déjeme contarle que el escritor mexicano Carlos Fuentes (1928-2012), Premio Cervantes (1987), Premio Príncipe de Asturias (1994), declaró en una entrevista que había leído 8 veces “El Quijote”, que llevaba el libro como lectura obligada de vacaciones y que cada vez disfrutaba más de la genialidad del autor, enriquecía su imaginación y lenguaje.
Como uno aprende de los grandes, he leído varias veces “La rebelión de las masas” de José Ortega y Gasset (1883-1955), ni qué decir que es una obra de inagotable enseñanza. Unos cuantos libros más los he leído varias veces, comprobando que las buenas lecturas merecen relecturas y, a veces, varias relecturas totales o parciales. Leer a Mario Vargas Llosa es comprobar que cada vez escribía mejor. Hay demasiados libros, es preferible seleccionar bien, leer y volver a leer para entender mejor.
Alejandro Witker
