Región de Ñuble: siete años forjando identidad local en busca del anhelado del despegue

El 6 de septiembre de 2018 Ñuble dejó de ser provincia para convertirse en la región número 16 de Chile. La ley 21.033, impulsada tras una intensa cruzada ciudadana liderada por el Comité Ñuble Región, fue la piedra angular de una demanda histórica: tener voz propia en la toma de decisiones y acceso directo a recursos estatales.
Siete años después, ese anhelo ya no se mide en discursos, sino en resultados concretos. Con 85 mil millones de pesos de presupuesto en 2025 -frente a los 24 mil millones que administraba como provincia en 2017-, Ñuble ha triplicado su capacidad de inversión y diversificado la forma en que enfrenta sus desafíos.
Un cambio relevante es la manera en que se distribuyen esos recursos. Mientras en 2018 casi la totalidad de la cartera de proyectos aprobada a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) correspondía a ministerios y servicios públicos, hoy la mitad de esos recursos se destina directamente a los municipios. Esto ha significado un giro profundo: los gobiernos locales ,ya no son solo ejecutores de iniciativas diseñadas en Santiago, sino protagonistas de su propio desarrollo.
Para ello, se ha invertido en dotar a los municipios de equipos técnicos capaces de elaborar proyectos de calidad, lo que asegura que la inversión llegue donde más se necesita. Así, localidades rurales que históricamente quedaron al margen del financiamiento han comenzado a acceder a infraestructura, equipamiento y servicios que impactan de manera directa en la vida de las comunidades.
La creación de nuevas instituciones, desde el Gobierno Regional hasta servicios públicos desconcentrados, ha permitido construir políticas focalizadas en su realidad: una región con alta ruralidad, marcada por la agricultura, la vulnerabilidad hídrica y la necesidad de mejorar su conectividad.
Un gran logro ha sido también tener línea directa con las autoridades del poder central. Ministros y subsecretarios que antes solo pasaban por el baipás, hoy vienen regularmente a la región a interiorizarse del actuar de sus respectivas carteras en el territorio.
Transformaciones que se sienten en la vida cotidiana
Los avances se expresan en múltiples dimensiones. La pobreza por ingresos cayó del 16,2 % en 2017 a 12,1% en 2022, y la multidimensional bajó de 24,7 % a 15,5 %. En paralelo, la población creció un 6,6 %, superando el promedio nacional, confirmando que Ñuble se ha vuelto también un polo de atracción.
En salud, la red asistencial ha sumado siete cesfam en distintas comunas (2019-2026), mientras 94 médicos especialistas se han formado en convenios con universidades, de los cuales 64 ya ejercen en el territorio. El nuevo hospital regional, pronto a ser inaugurado, simboliza esta apuesta por un sistema más robusto, complementado con equipos de última generación como resonadores, mamógrafos y ecógrafos distribuidos en hospitales comunitarios.
La conectividad digital y vial ha sido otro eje. Si en 2017 apenas un cuarto de las viviendas tenía acceso a internet, en 2024 la cifra ascendió a 39 %. El pavimento rural pasó del 25% al 37% y con el convenio suscrito con el MOP se espera alcanzar el 50% de cobertura, reduciendo el aislamiento de localidades apartadas.
En seguridad, Ñuble se ha dotado de unidades especializadas de Carabineros -GOPE, COP, OS9 y Labocar-, además de la construcción de nuevas comisarías en Quirihue, Pinto y Huambalí. A ello se suma la entrega de 125 vehículos policiales y la modernización de Bomberos, con 22 carros y 20 camionetas.
La vivienda ha sido otro sello: 8.100 familias han recibido su casa propia, y siete campamentos fueron erradicados, posicionando a Ñuble como la tercera región con mayor avance en este ámbito.
A nivel municipal, la entrega de 272 camiones y 78 maquinarias ha permitido fortalecer los servicios locales, desde la recolección de residuos hasta el mejoramiento de caminos.
El medio ambiente también figura en el balance: 10.584 calefactores han sido recambiados desde 2016, nueve mil de ellos después de la creación de la región, en el marco del plan de descontaminación de Chillán y Chillán Viejo.
Un polo de turismo y transporte moderno
La consolidación de Ñuble como destino turístico se refleja en la apuesta por un modelo de “cuatro estaciones” en Nevados de Chillán y Valle Las Trancas. A ello se suma la designación de la región como sede del Mundial Master UCI de Mountain Bike en 2026, que traerá más de mil deportistas y un impacto económico estimado en diez millones de dólares.
En transporte, el ferrocarril ha sido protagonista. El servicio Chillán-Santiago, renovado en 2024, se convirtió en el tren más rápido de Sudamérica con velocidades sobre los 160 km/h. Y en diciembre de 2022 se puso en marcha el tren de cercanías Parral-Chillán, con planes de extenderlo hacia Rucapequén y Bulnes, conectando a la región con un eje estratégico de movilidad sustentable.
Hoja de ruta hacia el 2030
El aniversario de Ñuble coincide con la presentación del Plan Nacional de Infraestructura Pública 2025-2055, una carta de navegación que marcará el futuro de la región durante las próximas tres décadas. Solo en Ñuble contempla más de 860 proyectos, con una inversión estimada de 7,2 billones de pesos.
Entre las iniciativas emblemáticas se cuentan los embalses La Punilla, Zapallar y Chillán, que buscan garantizar seguridad hídrica en un territorio agrícola golpeado por la sequía; la circunvalación oriente y poniente de Chillán, que descongestionará el tránsito urbano; el teleférico turístico Valle Las Trancas, que potenciará la oferta de montaña; y la construcción de más de 100 nuevos sistemas de agua potable rural, con lo cual se pondrá fin a la entrega en camiones aljibe.
El plan también proyecta la habilitación del Aeródromo Bernardo O’Higgins para vuelos comerciales y una red orbital vial que unirá las principales cabeceras comunales. Todo esto acompañado de un sistema de seguimiento y evaluación cada cinco años, para asegurar continuidad más allá de los gobiernos de turno.
“Estamos frente a una oportunidad histórica”, señaló el seremi del MOP, Freddy Jelves, durante la presentación realizada en el nuevo hospital regional.
“Ñuble no solo podrá resolver necesidades urgentes, sino también diseñar el territorio que queremos habitar de aquí a 2055”, expresó.
En su séptimo aniversario, Ñuble celebra lo alcanzado, pero sobre todo, se prepara para un futuro que ya no es promesa, sino planificación concreta. Si el nacimiento de la región significó el inicio de un camino, el plan al 2030 y más allá representa la posibilidad real de convertirse en un referente de desarrollo equilibrado en el sur de Chile.
Deudas pendientes con el territorio
Uno de los efectos buscados con la creación de la Región de Ñuble, el 6 de septiembre de 2018, era una mayor cercanía de los servicios públicos con los actores locales. La idea era que los trámites que antes obligaban a viajar hasta Concepción pudieran resolverse en Chillán y, en lo posible, en las cabeceras provinciales de San Carlos, Quirihue y Bulnes. Siete años después, ese objetivo sigue siendo parcial: la región opera con menos servicios de los previstos y con una dotación funcionaria que no cubre las necesidades de las 21 comunas.
En el diseño original se proyectó la instalación de cerca de 90 servicios. Sin embargo, hasta hoy varios no cuentan con sede en Ñuble, lo que obliga a los habitantes a seguir desplazándose al Biobío. A esto se suma la falta de infraestructura y personal.
Según la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), organismos como el Ministerio de Obras Públicas trabajan con hasta un 40% menos de funcionarios de lo requerido.
La voz de los funcionarios: brecha persistente
La presidenta regional de la ANEF, Cesia Contreras, subraya que Ñuble se instaló sin los recursos suficientes y que el déficit de personal sigue siendo crítico. Según un estudio realizado por la Universidad del Bío-Bío, la brecha real es muy superior a las plazas comprometidas por el Ejecutivo.
“Se nos prometieron 57 cupos para distintos servicios durante 2024, pero al mes de septiembre todavía faltan 47 por concretar. Y para 2026, el compromiso es de apenas 106 nuevos puestos, una cifra que dista mucho de la brecha que arroja el estudio. Así no se puede garantizar un servicio digno a la ciudadanía”, sostuvo la dirigenta.
La presión del gremio llevó a instalar en 2023 una mesa tripartita entre la ANEF, la Subdere, la Dirección de Presupuestos y el Ministerio del Interior. Aunque se reconoce que es un avance, la mesa funciona bajo fuertes tensiones: los gremios denuncian que los recortes presupuestarios reducen año a año la posibilidad de cubrir el déficit, afectando directamente la capacidad de llegada del Estado a las provincias de Itata, Punilla y Diguillín.
Para la ANEF, la situación no es un problema de coyuntura, sino estructural.
“Ñuble sigue siendo tratada como una región de cartón, donde la descentralización se quedó en el discurso”, enfatizan desde el gremio, que insiste en que la instalación de servicios no puede depender del gobierno de turno, sino de una política de Estado.
De hecho, el actual contexto de contienda presidencial, en que “achicar el Estado” aparece como una posibilidad latente, juega en contra de las aspiraciones de concretar finalmente la tan ansiada instalación.
El mar birregional: una herencia incómoda
Otro frente abierto es el marítimo. Pese a que Ñuble nació como región autónoma, el mar que se extiende frente a las costas de Cobquecura y Trehuaco sigue siendo birregional.
Una resolución de 2018 autorizó que embarcaciones del Biobío operaran en la primera milla de Ñuble, permiso que debía ser transitorio y que fue prorrogado hasta 2027.
La situación ha provocado múltiples reclamos de pescadores artesanales, dirigentes vecinales y autoridades locales, quienes denuncian sobreexplotación, afectación de la biodiversidad y ataques a especies protegidas como los lobos de mar. Solo en 2025 se registraron tres denuncias formales y una decena de reclamos en la Subsecretaría de Pesca.
La molestia, incluso, llegó al Congreso. En agosto, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó una solicitud para derogar la resolución que permite el ingreso de barcos del Biobío. El proyecto, impulsado por el diputado Felipe Camaño y respaldado transversalmente por parlamentarios de la zona, busca que Ñuble administre de manera exclusiva su espacio marítimo y que se ponga fin a lo que consideran “tutelaje” de la región vecina.
Carreteras, conectividad y servicios críticos
A las deudas en personal y mar, se suman otras demandas históricas que siguen pendientes. Una de ellas es la infraestructura vial. Si bien se han concretado avances en la Ruta 5, varios proyectos estratégicos para la conectividad interna, como la modernización de la ruta que une Chillán con Quirihue o la pavimentación de caminos rurales en Punilla e Itata, avanzan lentamente. La escasez de inversión en transporte público también golpea a las comunas rurales, donde la movilidad depende casi por completo de buses privados de baja frecuencia.
En materia sanitaria, Ñuble sigue a la espera de la plena operación del nuevo Hospital Regional de Chillán. A ello se suma el retraso en la construcción de hospitales provinciales y en la dotación de especialistas. El déficit en salud se convirtió en un problema especialmente crítico durante la pandemia y persiste hasta hoy. Sin embargo, la creación del polo de Salud gracias al GORE Ñuble y la UBB, que trajo la carrera de Medicina a Chillán, y el anuncio de la UCSC de abrir también dicha rama en 2028, sin duda colaborarán a solucionar este déficit en las próximas décadas.
En educación, los municipios rurales advierten dificultades para sostener escuelas por falta de recursos y equipos profesionales. La instalación del nuevo Servicio Local de Educación ha estado marcada por denuncias de desorganización, carencias administrativas y designaciones ‘a dedo’ de sus funcionarios, generando incertidumbre entre comunidades educativas.
Las preguntas pendientes
Ñuble se creó con la promesa de acercar el Estado al territorio y equilibrar décadas de centralismo desde Concepción. Sin embargo, al llegar a su séptimo aniversario, la región más joven del país aún no logra consolidar un aparato público robusto ni resolver sus tensiones con Biobío.
El desempleo y el lento crecimiento económico -temas que son abordados en esta misma edición- son parte de un panorama más amplio, en que las deudas estructurales pesan tanto como los avances alcanzados en inversión municipal o descentralización de fondos.
Los dirigentes gremiales y sociales coinciden en que el aniversario no debe ser solo una conmemoración, sino una oportunidad para exigir al Estado una instalación real de Ñuble, con servicios presentes en todo el territorio, un mar administrado de manera autónoma y políticas públicas que respondan a las necesidades locales.
Porque, como sostienen desde la ANEF, el riesgo es que Ñuble siga siendo una región de nombre, pero sin la fortaleza institucional y social que justifique su creación.