Durante 2019, el ingreso laboral promedio de la población ocupada en la Región de Ñuble fue de $441.592 neto mensual, mientras que el ingreso mediano -el que recibe una persona representativa de la mitad de la población – llegó a $342.783 al mes, es decir, el 50% de los trabajadores de la región percibió ingresos menores o iguales a esos $342 mil.
Lo anterior se desprende de la Encuesta Suplementaria de Ingresos (ESI) 2019 que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó ayer, y que fue aplicada en el trimestre octubre-diciembre del año pasado con el objetivo de caracterizar los ingresos laborales de las personas ocupadas, así como los ingresos de otras fuentes de los hogares, a nivel nacional y regional. Conviene destacar que esta es la primera versión de la ESI que la oficina de INE Ñuble procesa y difunde.
De esta forma, Ñuble ocupa el puesto más bajo en materia de ingresos a nivel nacional, acompañado por Maule, con $459,9 mil, y La Araucanía, que tuvo un promedio de $470,3 mil.
En tanto, los ingresos promedio más altos del país fueron los de Magallanes, $816,1 mil; Antofagasta $778,5 mil; y Metropolitana, $727,4 mil, muy por sobre el promedio nacional de $620,5 mil.
La brecha salarial de género también quedó en evidencia, pues durante 2019 el ingreso medio de los hombres en la región se ubicó en $489.085, mientras que en las mujeres alcanzó $377.059. Lo anterior implicó una diferencia de 22,9% en el ingreso medio, en desmedro de las mujeres.
Por categoría ocupacional, la población ocupada como “empleadores” percibió un ingreso medio mensual de $802.497; mientras que “asalariados públicos” percibieron $727.257; los “asalariados privados”, $406.406; y “quienes trabajan por cuenta propia”, $290.613.
Según la ESI, en Ñuble la categoría de “educación secundaria” concentró el 45,2% del total de personas ocupadas, con un ingreso medio mensual de $359.291; mientras que la categoría “educación universitaria” concentró el 17,1% del total de ocupados, con un ingreso medio de $760.351.
La encuesta también mostró que el ingreso medio real (a precios de octubre de 2019) en la región de Ñuble, descendió 15,3% en cuatro años, al pasar de $521,9 mil en 2015, a $520,4 mil en 2016; a $401,2 mil en 2017; a $416,7 mil en 2018; y a $441,6 mil en 2019.
Rezago
Héctor Garrido, analista cuantitativo del Observatorio Laboral Ñuble (OLÑ), sostuvo que “para entender este fenómeno considero importante relevar algunos elementos. Por un lado, se tiene que pensar en el ritmo de crecimiento de la economía regional, que aparentemente presenta un rezago respecto de las demás regiones de Chile, pues esto no se puede saber mientras no se disponga del producto interno bruto regional”.
“Así también se debe considerar la estructura económica de la región, en términos de complejidad, pues actividades de menor valor agregado suelen a su vez pagar menores salarios debido a menores requerimientos de especialización”, explicó.
Por último, Garrido también apuntó que “es relevante conocer la distribución funcional del ingreso, es decir, cuánto del valor agregado que se crea va para los dueños de las empresas y cuánto va para los trabajadores, lo que a su vez, depende también del elemento anterior, pues depende de las características propias de los procesos productivos de cada industria”.
Bernardo Vásquez, director del OLÑ y académico de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad del Bío-Bío, planteó que “para dotar de mayor competitividad al territorio resulta fundamental complejizar nuestra matriz productiva, lo que debiera tener un impacto positivo en los salarios producto de una mayor demanda derivada. Sin embargo, realizar esta tarea no es fácil y requiere ser abordada desde varios ámbitos”.
