Señor Director:
Nos acercamos a Navidad, tiempo de espera. Para el mundo cristiano se habla de adviento, es decir, “venida del redentor”. Es un tiempo en que nos recogemos al interior de nuestras familias o amistades, esperando que esta comunión favorezca los mejores deseos y anhelos para cada integrante. También es un tiempo para reencontrarnos con nosotros mismos y pensar en lo que hemos realizado, en lo que no hicimos o dejamos de hacer.
Pero además brota el espíritu navideño, la posibilidad concreta de poder compartir con un tercero nuestras esperanzas, transmitir las mejores intenciones, buenos deseos y el noble acto de la solidaridad.
En ese contexto, una sugerencia es preguntarse con qué persona de mi grupo familiar o de amistades he tenido menor contacto este año, y generar un momento de encuentro.
Recordemos que la suma de pequeños actos genera grandes actos y el mejor regalo es dar tiempo y compañía, sobre todo a quienes están más solos.
Luis Cuevas Soto
Académico de Trabajo Social USS