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Reforma política se complica y surge pesimismo respecto de su aceptación en la Cámara

Esta semana, la comisión de Constitución del Senado revisó las indicaciones del Gobierno al proyecto que busca reformar el actual sistema político.

La iniciativa busca enfrentar la atomización o la división extrema actual, ya que genera dificultades para llegar a acuerdos, independiente del color político que esté al mando. Sucedió así durante el último gobierno de Sebastián Piñera, y se ha acentuado ahora, bajo la administración de Gabriel Boric.

La enmiendas introducidas por el Presidente Boric dicen relación con las órdenes de partido, y apuntan a que estos “podrán dar órdenes a todos los senadores y diputados cuyas candidaturas hubieran sido declaradas por dicho partido”. Lo anterior, siempre y cuando se hable de materia legislativa, y que estén “directamente comprometidos a la declaración de principios de la colectividad, su programa o las definiciones políticas adoptadas por organismos internos”.

Otra de las indicaciones elimina la inhabilidad de personas que desempeñan un cargo directivo de naturaleza gremial o vecinal para postular al parlamento.

En cuanto a las renuncias al partido, una indicación sostiene la cesación del cargo para parlamentarios que renuncien a sus partidos, y para independientes que comiencen a militar en una tienda diferente a la que declaró su candidatura.

Otra de las enmiendas agrega que cesará del cargo el diputado o senador que sea sancionado con la expulsión del partido político que declaró su candidatura.

¿Y el umbral?

La realidad política actual del congreso avizora que las indicaciones enviadas por el Ejecutivo no tendrán consenso. Además, desde los partidos esperaban que se estableciera el umbral para la existencia de estos en el 5% de la votación, lo que finalmente el gobierno no incluyó.

Es más, desde el Frente Amplio, el senador Juan Ignacio Latorre arguyó que “diversos centros de estudio y politólogos que fueron a audiencias a la Comisión de Constitución del Senado, dieron cuenta que el umbral propuesto del 5% es más bien de países que tienen sistemas proporcionales con estándares más altos que el chileno, con más escaños, por tanto, no es aplicable al sistema chileno. Hay distintas fórmulas más efectivas, y que generan incentivos a los partidos a conformarse como proyectos políticos nacionales y con disciplina parlamentaria”, manifestó.

“Repondremos el umbral del 5%”

Según el senador por Ñuble de la UDI, Gustavo Sanhueza, la reforma al sistema político “es uno de los temas más importantes que debemos cerrar este año, por su impacto en el engranaje y funcionamiento del poder legislativo. Recordemos que fue el centro de la primera discusión constitucional y de la propuesta del comité de expertos, que apuntaba a terminar con el fraccionamiento político, que frena las políticas de Estado”, arguyó.

Mencionó que esta reforma tiene varias aristas, “pero el primer objetivo es evitar que la Cámara de Diputados para el período 2026-2030 mantenga la fragmentación de partidos políticos que conocemos hoy, con más de 20 tiendas, porque la hace ingobernable”.

En este aspecto, dijo, “el Presidente Boric sucumbió a las presiones de su sector, eliminando el umbral del 5% que estaba previsto en la iniciativa original y sobre el cual había un amplio consenso entre expertos de la academia y del ámbito político, incluidos los senadores del socialismo democrático, que tuvieron un rol destacable en esta materia desde fines del año pasado. Por estas razones, nuestro sector buscará reponer el umbral del 5% en la Comisión de Constitución”, afirmó.

Por otra parte, explicó, “la reforma como está planteada, releva el rol de los partidos políticos y castiga el discolaje, en el sentido que los diputados y senadores que renuncien a su tienda, perderán directamente el escaño. Así también, la medida afecta a quienes hayan sido expulsados de sus partidos por un proceso disciplinario. En Chile Vamos consideramos que estas directrices del proyecto van por el camino correcto, dado que en una democracia debemos promover que las personas adhieran a un proyecto político y no a caudillismos que muchas veces fomentan el populismo y la inestabilidad”, advirtió.

Concluyó que “Chile es hoy un país que no crece, que es cada día más inseguro y que no logra dar fluidez a las políticas públicas. Si no logramos un acuerdo transversal ahora, seguiremos entrampados bajo un sistema que no promueve el diálogo y que seguirá afectando el bienestar de los chilenos”, expresó.

No a los llaneros solitarios

A juicio del diputado de RN, Frank Suaerbaum, “la reforma al sistema político tiene que ser profunda y no puede ser un maquillaje. La verdad que llama la atención que el Presidente sea como el futbolista que decía que no estaba de acuerdo con lo que pensaba. Porque él sostiene que el 5% debe ser un mínimo para que los partidos políticos existan y para que alguien pueda llegar al parlamento. Pero no envía esa norma a la modificación que se quiere hacer al sistema político porque dice que sus cercanos no tienen acuerdo. Entonces el Presidente sigue gobernando para el grupo que lo apoya que es minoritario en el país, y que no llega al 30%”, mencionó.

Agregó que “el Presidente no piensa en el daño que le está haciendo al país completo teniendo un sistema político atomizado con más de 20 partidos políticos en la Cámara de Diputados, que hace imposible llegar a acuerdos, y que finalmente ha deteriorado la calidad de la política perdiendo más aún credibilidad. Yo creo que la reforma que se ha planteado es simplemente un saludo a la bandera y decir ‘cumplimos’, pero la verdad es que el contenido que se presenta no satisface y no arregla los grandes problemas que hoy día enfrenta el sistema político en Chile. Tenemos que propender a privilegiar a los grandes grupos para que haya acuerdos y consenso, a disminuir estos llaneros solitarios que tanto daño le hacen a la política, y también disminuir a los díscolos, que finalmente producen un daño muy grande a la convivencia dentro del parlamento, y que impiden llegar a acuerdos transformadores que de verdad le cambien la vida a las personas”, sentenció.

“Soy poco optimista”

Para el único diputado de centro izquierda de la región, Felipe Camaño (ind.-DC), el panorama no parece ser positivo.

“La verdad es que no soy tan optimista respecto de la reforma, no creo que hoy, a menos de siete meses de las elecciones, podamos tener una reforma y tampoco creo que sea buena idea cambiar las reglas del juego, pensando en el poco tiempo que queda. Hoy existen más de 25 partidos en la Cámara de Diputados, algo que nos dice que la gente no se quiere organizar en los partidos políticos tradicionales, y por eso aumenta la cantidad de partidos, algo de culpa tendrán las tiendas tradicionales también en eso”, manifestó.

Añadió que “cualquier reforma, en vez de castigar a quienes no son parte de los partidos, debería impulsar incentivos para formar coaliciones, eso es lo que hace ingobernable al congreso, que no existen coaliciones fuertes gobernando, no que ya no tengamos los siete partidos de siempre (eso mismo sostiene la comisión de Venecia, organismo internacional que analizó el sistema político chileno)”, planteó.

Camaño tampoco cree que sea bueno “meterle la mano a la urna y luego explicarle a las personas que su candidato, a pesar de ser el más votado, no salió electo porque el partido por el que competía no logró buena votación a nivel nacional. Eso es muy parecido a lo que ocurría en el binominal, y que cansó a la gente, pues vio cómo personas con el 1% de los votos terminaban siendo diputados, algo que sinceramente es impresentable”, aseveró.

Por eso, recalcó, “no soy tan optimista ,y creo que si queremos hacer una reforma, hay que hacerla bien, con tiempo y escuchando a todos los sectores, y sabemos que en la Cámara de Diputados no están los votos, ya que la reforma solo se ha conversado con el Senado, algo que es un tremendo error, pensando en que donde faltan los votos precisamente es en la Cámara de Diputados”, sostuvo.

Los intereses de los “grandes”

La diputada por Ñuble y presidenta del Partido Social Cristiano, Sara Concha, también dijo tener discrepancias con el proyecto de reforma.

“Es una ley con la que tenemos bastantes matices, y que también tiene intereses partidarios políticos que benefician, sin duda, a los partidos más grandes. También me llama la atención que esta discusión se dé ahora, justo en el último año de gobierno, pero además también en un año de elecciones. Espero que la discusión sea seria y que no tenga que ver con intereses particulares, sino que también realmente esté enfocada en que esta reforma pueda mejorar el sistema sin dejar afuera ninguno de los partidos que hoy día representamos al electorado y a los intereses ciudadanos”, expresó.

“Es difícil en año electoral”

Desde la academia, la discusión respecto del sistema político viene desde hace muchos años, desde antes, incluso, de la discusión Constitucional.

“Existe una serie de enmiendas y propuestas de reforma al sistema político que se vienen discutiendo desde hace un tiempo. Quizás el punto más problemático es el relativo al umbral exigido para alcanzar representación parlamentaria. De hecho, al interior del propio oficialismo parece no existir acuerdo en torno a este punto”, manifestó el académico de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UdeC, Alfonso Henríquez.

“Esto no es extraño, dado que refleja los intentos de los grupos o partidos más pequeños por no perder protagonismo y escaños en el Congreso. Sin embargo, si vemos las distintas propuestas en su conjunto, éstas en realidad no intentan abarcar los temas más de fondo, sino que muchas veces se quedan en cambios menores o muy puntuales, los cuales si se aprobaran, quizás tendrían poco o ningún efecto”, afirmó.

Una verdadera reforma al sistema político, dijo, “debería comprender, por ejemplo, una reforma al sistema electoral, terminar con la fragmentación, avanzar hacia el fortalecimiento del rol del Congreso, modificar el sistema de partidos, introducir cambios en la forma de Gobierno, incorporar mecanismos de democracia directa, profundizar la descentralización, entre otros. Pero incluso, si nos quedásemos solo con los proyectos hoy en discusión, veríamos que en realidad no parece existir convencimiento o intención de ninguna fuerza política de avanzar de verdad en esta materia”, advirtió.

Henríquez recordó que “estamos en un año electoral, con problemas muy urgentes para la ciudadanía, y es poco probable que la mayoría de los partidos opte por ocupar tiempo en este tipo de cambios, sobre todo en la Cámara. Es lamentable que sea así, pues esos problemas urgentes, en parte, no están teniendo solución, precisamente por las disfuncionalidades que enfrenta nuestro sistema político”, concluyó.

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