Si durante la cuarentena hubo sólo tres accidentes vehiculares en Ñuble, que exigieron la presencia de Bomberos, levantada ésta se registraron 13 en las primeras 24 horas.
Por lo tanto, para Bomberos no es factible calcular los presupuestos operativos que requiere el cuartel de Chillán, si se mide por los gastos incurridos en esos días, si es que las restricciones sanitarias tomadas para prevenir el contagio del Covid 19, no se van a mantener en el tiempo.
La mala noticia, sin embargo, llegó hoy martes cuando la Dirección de Presupuesto de Chile anunció una rebaja en los recursos por cerca de $3 mil 755 millones, para poder solventar los gastos de salud que en el país se han exigido a raíz de la pandemia.
Este dinero, de manera exacta, se deglosa en la pérdida de $1.500 millones para capacitación del personal; $1.450 millones para adquisición de maquinaria y $800.000 para ayudas extraordinarias.
Atendiendo que este rebajes es incluso superior al que sufrieron las cámaras de senadores y diputados, fue que a través de una declaración pública, en la Junta Nacional de Bomberos, lo calificaron de inaceptable.
Y en Chillán, las consecuencias podrían ser graves, atendiendo al pronóstico realizado por el vicesuperintedente de Bomberos Chillán, Rodrigo Ruiz, quien advirtió que “podría haber menos bomberos en adelante, porque no podrían costear los cursos de capacitación que se les exige para alcanzar el grado de operario, sin el que no estarían autorizados para acudir a emergencias de ningún tipo”.
Ruiz detalla que hasta entonces, era gracias a este recursos estatal que cada voluntario del país podía viajar hasta Santiago y asistir a los cursos de perfeccionamiento, “cuyo costo, por curso, es por lo bajo de un millón de pesos cada uno. Y la realidad es que para la mayoría de los voluntarios ese es un monto inalcanzable”, sostuvo.
Panorama rural
La realidad bomberil en Ñuble está lejos de ser 100% profesionalizada, independiente de que los voluntarios puedan llegar a serlo.
Esto porque la falta de recursos que a diario enfrentan, los obliga a diario a utilizar material que en condiciones normales, deberían estar dados de baja.
“Por ejemplo, una manguera mide 15 metros, normalmente, pero cuando se van quemando hay que ir cortándolas, y así llegan a medir 5 metros, lo que no las hace utilizables”, repasa el vicesuperintedente.
Además, cascos, uniformes y guantes tienen, por ser especiales para la actividad, fecha de vencimiento.
“Y la realidad nuestra nos obliga a usarlos al máximo. Luego es peor para las compañías de comunas rurales como que cuentan incluso con menos recursos, pero tienen las mismas exigencias que el resto de los bomberos del país. Muchas veces, ellos nos piden los uniformes que acá damos de baja”, revela.
Bomberos se abocó a la búsqueda de fórmulas para superar este grave recorte de recursos.