Dar una segunda vida a los residuos que se eliminan en los hogares de la región de Ñuble ha sido una de las preocupaciones tanto de autoridades como de ciudadanos conscientes del medio ambiente quienes han apuntado a desarrollar una economía circular con un fuerte componente social.
Desde la puesta en marcha de la nueva unidad territorial, a nivel público, el paso más importante que se ha dado es la creación de la Estrategia Regional de Residuos Sólidos domiciliarios y asimilables.
Así lo afirmó el seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño, quien señaló que esta iniciativa quedó de manifiesto con la reciente entrega de nuevas herramientas para el reciclaje de residuos orgánicos y la transferencia de conocimientos.
“Uno de los componentes toma vida hace un tiempo atrás con la entrega de composteras para un plan piloto y estableciendo en ello el vínculo con la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO). Y ésta busca que la gente pueda hacerse cargo de alrededor de un 58% a un 60% de sus residuos, haciendo un trabajo en casa, generando una capacitación y al mismo tiempo educación ambiental relacionada con los residuos. Y estos residuos orgánicos, que es lo que se puede descomponer, claramente ayuda a minimizar el volumen”, destacó.
Una de las demandas más sentidas de la comunidad es la necesidad de contar con más puntos verdes de reciclaje, cercanos y accesibles a los barrios. En ese sentido, la autoridad regional reconoció que se tiene que avanzar en estudios que determinen dónde es prioritario implementarlos.
“El hecho de compostar en casa, ya hay un volumen no menor que no va a la basura, y esto implica también en la posibilidad de poder establecer puntos limpios con una estrategia, se tiene que hacer un mínimo costo en relación a cuál es el mejor lugar para poder colocar puntos limpios y que el día de mañana no se transformen en un punto sucio. Es vital poder hacer eso y al mismo tiempo una caracterización de los residuos que nos diga por ejemplo; no es lo mismo botar residuos en San Fabián, Coelemu, en San Carlos o en comunas, por ejemplo, donde hoy existen muchos delivery, la cantidad de residuos que estamos generando es mucho mayor”, sostuvo.
Entre los desafíos que debe enfrentar la región de Ñuble en materia de reciclaje, se apunta a ampliar el plan piloto de composteras a las 21 comunas y al mismo tiempo elevar el nivel de asistencias técnicas en comunas para que puedan desarrollar iniciativas enfocadas en la materia.
“Muchas veces las comunas más grandes con mayores recursos probablemente tienen mejores proyectos que las más chicas, pero eso nos va dar la posibilidad de establecer una nivelación hacia arriba sobre lo que implica el tratamiento de los residuos en general. Lo importante, más allá del reciclaje, es pensar en la minimización del volumen, hacernos responsables y parte de algo que implica temáticas muchos más grandes en una consciencia de lo que es el cambio climático”, aseveró.
Economía circular
Widun se denomina el proyecto de Felipe Chávez en Chillán, que consiste en reciclar botellas de vidrio para convertirlas en vasos. Comenzaron buscando unidades en vertederos y ante la necesidad de mayor materia prima instalaron puntos limpios en algunos condominios y crearon vínculos con agrupaciones de reciclaje del Biobío, las cuales recolectan botellas, a cambio de aportes.
“Nuestra producción es limpia, ya que ocupamos electricidad y disminuimos el C02. Nuestros vasos aplican la economía circular, ocupamos un producto, lo transformamos y le damos una nueva vida”, destacó Felipe.
Más allá de reciclar, Widun buscar otorgar oportunidades y ayudar a quienes más lo necesitan. “Teníamos puntos de lavado en el Hogar de Cristo donde la gente nos lavaba las botellas y les pagábamos. (…) Parte de nuestras ventas las donamos a beneficencia y hemos donado parkas a los niños de campamentos en Ñuble, además de placas para las agrupaciones animalistas, también equipamiento deportivo para niños”, detalló.
Para Felipe la región tiene una gran tarea en materia de desarrollo sustentable. “Con la Seremía se ha ido avanzando, porque antes no teníamos nada, pero estamos lento aún frente a otras regiones, sobre todo si se quiere que Ñuble sea una región sustentable y ecológica. Vamos en buen camino, tenemos hartos emprendedores que se preocupan de este tema, de poder entregar un producto responsable y que la gente sepa de dónde viene”, expresó.
“Recicloaceite” buscar darle solución a la contaminación por el desecho del aceite vegetal. En sus plantas ubicadas en Chillán y Lampa, reciben aceite vegetal usado y lo transforman en soluciones ecológicas que sostienen este emprendimiento a través de su venta. Además, realizan talleres en lugares vulnerables y donaciones a fundaciones y olas comunes.
El emprendimiento nace a partir del impacto negativo que causa el aceite de uso domiciliario. “Se generan 20 mil toneladas de aceite usado anual, las cuales no se reciclan en un 90%, entonces, está siendo contaminando grandes cantidades de agua de alcantarillados y las plantas de tratamientos de aguas servidas no están diseñadas para tratar residuos como el aceite. Se estima que un litro de aceite contamina por lo menos 40 mil litros de agua”, sostuvo el chillanejo Ignacio Riquelme.
“Nuestro producto estrella es el detergente “Kuyayün”, que saca manchas y desengrasa. Tenemos jabones corporales, velas de alta duración y el jabón Potásico para plagas en hortalizas, plantas de interior, árboles y arbustos. Y de manera no comercial, pero para nosotros, producimos biodiesel. Nos movilizamos en una camioneta que tiene un motor diésel y le aplico biocombustible que hago de manera artesanal, así reducimos nuestra huella”, destacó el joven.
Para Ignacio “Ñuble está muy en deuda. No hay políticas para minimizar los residuos ni tampoco para potenciar los emprendimientos de reciclaje. No hay transparencia de lo que se hace con los residuos en el único punto verde de Chillán, que ni siquiera tiene un acceso tan fácil”.