Con el único voto a favor del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y los votos en contra de ocho entidades públicas de Ñuble (Medio Ambiente, Salud, MOP, Agricultura, Vivienda, Transportes, Desarrollo Social y el delegado presidencial), la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) de la región de Ñuble, rechazó el proyecto Instalaciones Agropecuarias Santa Inés, que consiste en la construcción de un plantel porcino, por parte de la empresa Maxagro, en Ñiquén. Ello, pese a que el SEA había recomendado su aprobación sobre la base de las evaluaciones hechas por los servicios consultados.
La declaración de impacto ambiental (DIA) había sido ingresada al SEA de Ñuble en agosto de 2021, a través de la empresa Agrícola San Francisco Ltda., donde enfrentó una larga tramitación que requirió la extensión de los plazos y que incluyó la presentación de una adenda complementaria, para responder las observaciones de los servicios públicos consultados, así como también actividades de participación ciudadana.
Según la DIA, se trata de una inversión de US$9 millones en un predio de 157 hectáreas en el sector Paredones, con 18 pabellones con capacidad para 1.400 cerdos, un biodigestor para el tratamiento de purines y plantaciones de maíz, cerezos y avellano europeo.
Curiosamente, las seremías de Medio Ambiente y Salud se habían manifestado conformes con la adenda complementaria, sin presentar nuevas observaciones, pero en la sesión de este lunes votaron en contra. Asimismo, el MOP y Agricultura se habían manifestado conformes con la primera adenda, pero igualmente votaron en contra. Más paradójico es que la Seremi de Vivienda, que había oficiado su no participación en la evaluación, sin hacer observaciones, también votó en contra.
Presión ciudadana
La presión de grupos de vecinos, que se oponen al proyecto debido a las externalidades ambientales negativas que tradicionalmente han generado los planteles porcinos, como los olores molestos; en coordinación con el municipio de Ñiquén y el respaldo de autoridades regionales, inclinaron la balanza en la Coeva, una instancia más política.
La mala experiencia de los episodios de olores molestos en Chillán Viejo, así como los procesos sancionatorios emprendidos por la Superintendencia de Medio Ambiente por denuncias contra el plantel Rucapequén, también contribuyeron a generar un rechazo en buena parte de la comunidad de Paredones y sectores vecinos.
El alcalde suplente de Ñiquén, Alexis Méndez, comentó que, “con el apoyo del Concejo, hemos trabajado en conjunto para que esta chanchería no se lleve a cabo. Desde que ingresamos a la Municipalidad nosotros hemos estado en desacuerdo con la chanchería, porque incumple la normativa, quita la tranquilidad de los vecinos y lamentablemente, nos viene a empeorar los caminos. Son 25 mil cerdos, ¡imagínense lo que es vivir en una casa a 63 metros, que es la más cercana, o sea, es terrible! Así es que le agradecemos al gobernador por su trabajo, también a los seremis y al delegado por rechazar la chanchería”.
El gobernador regional, Óscar Crisóstomo, sostuvo que “los seremis y el delegado, con argumentos técnicos, han decidido votar en contra de este proyecto. Por lo tanto, la comunidad está muy contenta; pero esto no hubiera sido posible si la comunidad no hubiera estado organizada, sin que el municipio hubiera también apoyado decididamente, para cuidar la salud de las personas y el medio ambiente”.
En tanto, el delegado presidencial Gabriel Pradenas, quien preside la Coeva, reflexionó que “me parece relevante que en nuestro rol seamos capaces de relevar situaciones las cuales ponderen, de una u otra manera, elementos que tengan que ver con la contaminación, además, con elementos sanitarios en particular, también con elementos que guardan relación con el rol de la ciudadanía en virtud de estos proyectos, que si no van a avanzar de la mano con la ciudadanía, es muy difícil que prosperen”.
“Decisión no se explica”
Desde Agrícola San Francisco (Maxagro) expresaron que “lamentamos esta decisión que no se explica. Durante dos años, el proyecto fue perfeccionado tomando en cuenta las observaciones del proceso de participación ciudadana y de los distintos servicios involucrados con el fin de garantizar las condiciones medioambientales de la iniciativa, cumpliendo con la normativa ambiental. Tras esto, cada uno de los seremis involucrados se pronunciaron conformes con el análisis técnico y el propio SEA recomendó su aprobación. Sin embargo, en el momento de la votación final, los mismos seremis votaron en contra. Por ello, nos resulta sorprendente la decisión. Como empresa estamos evaluando los pasos a seguir”.
Para Maxagro, Santa Inés ha sido un proyecto difícil de empujar, pese a la alta inversión en tecnología para minimizar los impactos que considera. De hecho, éste era el segundo intento de la empresa por obtener la aprobación ambiental de su plantel, luego que abril de 2020 el SEA pusiera término anticipado a la evaluación de la DIA del proyecto Plantel Porcino Santa Inés, ingresada en febrero de 2020, debido a la ausencia de información relevante.
Maxagro es el segundo productor de carne de cerdo de Chile. Cuenta con dos planteles en Ñuble (Rucapequén y El Peumo, en Chillán Viejo), además de otros en la región de O’Higgins, donde destacan los grandes biodigestores -contenedores herméticos que degradan los purines en condiciones anaeróbicas-, que permiten abordar el problema de los olores.