En plena pandemia y bajo estrictas medidas sanitarias, la Selección Chilena iniciará el jueves 8 de octubre en Montevideo, Uruguay, el proceso de las Clasificatorias Sudamericanas buscando un cupo rumbo al Mundial de Qatar 2022.
El técnico colombiano Reinaldo Rueda enfrentará no solo a duros rivales en este largo camino, sino que uno de los dilemas instalado hace rato en el medio nacional: La opción de un recambio de calidad.
La columna vertebral de la Roja viene con un desgaste lógico tras una frenética década durante la cual la generación dorada aportó dos títulos de Copa América y un subtítulo en la Copa Confederaciones.
Para el estreno ante Uruguay, el combinado nacional no podrá contar con el portero Claudio Bravo ni tampoco con Gary Medel, ambos por lesión.
La citación no estuvo exenta de polémicas, tras la exclusión del cuestionado delantero Andrés Vilches, por sospecha de Covid-19 y luego de Fabián Orellana, por lesión.
Los nuevos convocados, el delantero Juan Carlos Gaete y el defensor Rodrigo Echeverría, no tienen rodaje en la Roja y son una apuesta. Además, en el arco, la búsqueda de un recambio obligó la citación de Brayán Cortés y Omar Marabolí.
Rueda, en su incesante búsqueda en un abanico pobre de variantes, hasta ha sondeado nombres jóvenes con parentesco chileno. Es el caso del “9” de 21 años, Robbie Robinson, de made chilena, quien milita en el Inter Miami de David Beckham y Sebastián Soto, centrodelantero estadounidense de padre chileno que firmó en el Norwich de la Premier League y partió a préstamo al SC Telstar de Holanda.
¿Tendrá profundidad y calidad de plantel para lograr el objetivo? La Roja enciende la ilusión ante un desafío que exigirá recambio en el camino.