La Autoridad Sanitaria a través del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) está desarrollando operativos de vacunación contra la Hepatitis B en todos los centros penitenciarios de la región, con una población objetivo de 862 personas privadas de libertad.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Ximena Salinas, seremi de Salud, quien encabezó uno de los operativos desarrollados en el Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de Chillán, explicó que estudios internacionales demuestran que los internos de recintos carcelarios tienen mayor riesgo de infecciones por virus de Hepatitis B Y C, además de tuberculosis.
“Por ello, el Ministerio de Salud (Minsal) establece un programa de vacunación, siendo la principal forma de prevención contra la Hepatitis B, con una efectividad de 95%”, acotó la seremi Salinas, agregando que también se consideran inoculaciones para prevenir otras enfermedades inmunoprevenibles (Hepatitis A, Influenza), de acceso gratuito para los internos.
“Es muy importante que nos protejan, por eso participamos activamente de este tipo de vacunaciones, y se agradece que estén acá con esta protección que beneficia a toda la población penal”, comentó uno de los internos.
La titular de Salud en Ñuble, resaltó que el PNI y en particular los equipos móviles de esa cartera, acercan la vacunación a los centros penitenciarios y centros de rehabilitación de las comunas de Chillán, San Carlos, Quirihue, Yungay, inoculando contra Hepatitis, y Covid-19 e influenza tanto a la población de internos como funcionarios de estos centros que aún se encuentran rezagados de sus dosis de refuerzo correspondiente.
“Durante este año, hemos desarrollado 10 operativos en Centros de Cumplimiento Penitenciarios, inoculando a 458 personas (internos y funcionarios) contra Covid-19 y 499 contra Influenza”, puntualizó Salinas, añadiendo que los operativos permiten brindar protección a los grupos más susceptibles y proteger a su entorno.
Acciones de riesgo generales
El comportamiento de alto riesgo significa un aumento de la posibilidad de infección por virus acusante de Hepatitis A, B y C. entre estas conductas están el consumo de alcohol, drogas inyectables, sexo sin protección con múltiples parejas y sexo practicado entre hombres, además de realizar procedimientos tales como tatuajes, instalación de piercing en lugares no autorizados por la Autoridad Sanitaria.
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