Señor Director:
El Jefe de Inteligencia de Estados Unidos afirmó que China es la principal amenaza para la libertad desde la Segunda Guerra Mundial, y que pretende dominar a EE.UU. y al mundo económica, militar y tecnológicamente. Si es un funcionario de Trump o Biden poco importa, lo que afirma es un hecho cada vez más evidente.
Parece muy oportuno que los diputados Jaime Naranjo (PS) y Miguel Mellado (RN) estén promoviendo un proyecto que busca regular las compras de empresas estatales chinas ya que, por ejemplo, al concretar la compra de CGE llegarían a tener más del 50% de la distribución eléctrica chilena. Se aprecia una falta de interés de las más altas autoridades y de muchos más parlamentarios en el tema. Mejorar este proyecto u otro similar es urgente para frenar en forma adecuada la voracidad china. Deberían participar asesores en geopolítica y en la experiencia de países como Australia que han debido enfrentar problemas similares.
El reciente “paseo” pesquero de una flota de más de 400 naves chinas por nuestras costas, fuera de las 200 millas, está causando impunemente importantes daños económicos a la pesca nacional, algunos de cuyos actores hablan de “depredadores del océano”.
El problema de la compra de CGE es que el comprador no es una mera empresa estatal, hay que reconocer que es el PC chino, amo y señor de todas las decisiones en ese país. Este jugador es un partido político internacional, hegemónico, actualmente con abundantes recursos económicos fruto del capitalismo que practica. Ello podría facilitar mucho la vida económica, al menos, de sus correligionarios locales. Además de la Fiscalía Nacional defensora de la libre competencia económica, aquí se requiere un organismo que vele por la libre competencia política.
José Luis Hernández Vidal