En este primer lunes hábil sin uso obligatorio de la mascarilla, el centro de Chillán se dividió entre quienes acogieron la flexibilidad de esta medida y quienes han decidido seguir “cuidándose”.
En espacios abiertos, como la calle o las plazas de la ciudad, predominan las personas con sus rostros totalmente despejados. Mientras que en espacios más cerrados, como el mall, galerías o tiendas comerciales, esta cantidad tiende a reducirse y llegar a un equilibrio. “Nosotros pensamos que iba a andar más clientela sin mascarilla, pero resulta que ha sido más equitativo. Yo creo que es porque ya llevamos dos años así, entonces hay personas que se acostumbraron a usarla y ahora cuesta un poquito que se la saquen”, manifestó Gisella Valenzuela, guardia del Mall Arauco Chillán.
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Durante la jornada, un comportamiento que se repitió fue el de las personas que venían de la calle sin mascarilla, pero al entrar al edificio la volvían a utilizar. Misma situación se vivió en el Mercado Techado de Chillán, como lo detalló el guardia Juan Hortua: “Hay harta gente que la sigue usando, que se sigue cuidando. Algunos vienen con ellas colgando en la pera o en la mano y al entrar se la vuelven a poner. Son unas que otras, pero la mayoría entra con ellas”.
Este comportamiento va en línea con la recomendación que hizo el Minsal de seguir usándola en los lugares donde haya aglomeración de personas, así como en el transporte colectivo público y privado. En dichos casos, durante este lunes, se observó que en las micros y taxibuses los pasajeros han adoptado con más esta flexibilidad, por lo que es más común encontrarlos sin mascarillas. Mientras que en los colectivos se ha mantenido su uso.
“Del 100% de los pasajeros, un 90% anda con mascarilla. Son generalmente los más jóvenes los que no la usan, la gente más adulta anda con ellas puestas”, indicó Manuel Vilches, conductor de la Línea 35.
A pesar de que en estos espacios esta medida de prevención se sigue utilizando, en las calles de la ciudad se puede observar que los chillanejos y chillanejas han optado por dejarla. De 10 personas, al menos seis o siete circulan por Chillán sin mascarillas y, de estas, la mayoría son personas jóvenes. Entre sus razones, han indicado que al contar con su esquema de vacunación completo se sienten más seguros de andar sin este tipo de medida preventiva.
“Estamos un poco aburridos de andar con la mascarilla. Además de que ya estamos vacunados. Igual se siente raro, es como andar sin ropa”, señaló María Salazar.
De esta manera, para los adultos mayores ha sido un proceso más difícil. “Yo que soy una persona de la tercera edad tengo que cuidarme y protegerme y he tomado la decisión de seguir usando siempre la mascarilla en lugares de bastante aglomeración de público. Para mí la pandemia no ha terminado. Aunque sea un poquito incómoda de usar, si es por nuestro bien, creo que tenemos que seguir haciéndolo”, informa el transeúnte Héctor Gutiérrez.
Por su parte la seremi de Salud, Ximena Salinas, realizó un positivo balance de los primeros días de la Fase de Apertura, destacando que la mayoría de las personas, tienen asimilado el autocuidado como una conducta permanente.
“La utilización de mascarilla también reduce el riesgo de contraer otras enfermedades causadas por virus respiratorios como la influenza. Es por eso que seguimos recomendando su uso, con particular énfasis para personas con síntomas respiratorios, que estén en lugares de alta aglomeración, en visitas a centros de larga estadía y quienes usen medios de transportes colectivos públicos o privados”, enfatizó.
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