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¿Quo Vadis N–59?

Señor Director:

Durante la semana pasada, nuevamente salta a la palestra el camino Chillán- Yungay y sus eventuales obras de mejoramiento. Pero al interiorizarme al respecto, sólo se suman interrogantes. Como usuario habitual de la ruta y con domicilio en la comuna de San Ignacio, tengo muy claro el estado actual de los avances (o estancamiento) del proyecto. Tanto “La Discusión “, como la visita de la Sra. López, ministra de OO.PP., dan cuenta de ello.

Vialidad da a conocer que se estarían efectuando reuniones informativas con las comunidades beneficiadas por las obras. Lo cierto es que han tenido ínfima difusión y limitada participación. Las autoridades regionales entregan datos de flujos vehiculares contradictatorios con cifras anteriores (Sr. Jelves, seremi sectorial, indica 5.000 vehículos diarios; antes se conocía una cantidad de 17.000). También se habla de un estudio para un proyecto de doble vía, pero no se especifica su ubicación. Y son desalentadoras las declaraciones de la ministra Jessica López, atribuyendo toda la responsabilidad a los usuarios, calificándolos de “conductores de la muerte “; pareciera no reconocer que, el camino lleva años en mal estado, con un diseño obsoleto y una circulación saturada.

Insisto en que hay escasas certezas. El único logro concreto y visible es la reposición del puente Sta. Isabel, sobre el Río Diguillín, en el límite San Ignacio-El Carmen y el mejoramiento en pequeños tramos adyacentes. Lo demás son sólo inversión en estudios de diseño, evaluaciones y reevaluaciones ante ministerios y probables llamados a licitación.

Marcelo Moraga A

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