Nueve familias de Quillón, damnificadas del terremoto del 27 de febrero de 2010, recibieron subsidios de vivienda luego de nueve años de espera por soluciones habitacionales.
Los beneficiados en su mayoría son habitantes de sectores rurales que perdieron sus viviendas, hechas principalmente de material ligero. No obstante, tras la larga espera, se optó por construirles sus nuevas casas previo a la entrega de los certificados de subsidio.
En una sencilla ceremonia, las nueve familias beneficiadas recibieron los respectivos certificados, de manos de autoridades regionales y comunales, cerrando con esto un proceso marcado por el esfuerzo y sacrificio.
Las nueve viviendas en construcción son en sitio propio y tienen 58 metros cuadrados, distribuidos en tres dormitorios, cocina y baño completamente equipados, además de un amplio estar- comedor.
“Las casas vienen con aislación térmica en muros y cielos, debido a que están ubicadas en zonas que en invierno son muy frías y en verano muy calurosas. En este comité tenemos una persona con discapacidad parcial, por tanto su vivienda ha sido adecuada y tiene rampas de acceso, puertas y pasillos más anchos, pasamanos al interior y fuera de la vivienda; lo que permite una mejor movilidad de su habitante”, explicó Pablo Sepúlveda, ingeniero de constructora Río Bravo.
Las casas, cuyo costo de inversión total fue supera los $125 millones, comenzaron a levantarse en marzo y se estima que en agosto sería entregada la última.