Luego de organizar el Primer Asado Emprendedor de Ñuble en mayo pasado, Stephan Elgart Foster, dueño del primer cowork de Chillán, ahora va por más: quiere crear la primera incubadora de negocios de la región.
El ingeniero en Construcción egresado de Inacap, abrió en 2017 CoWork Espacio Creativo, que como su nombre lo indica, ha permitido generar redes de contacto entre emprendedores locales, a través de sistemas colaborativos.
“Al crear una comunidad de emprendedores, amplías tu red de contactos, hoy los negocios son 100% redes de contacto y colaboración y lo que pasa es que los emprendedores, como no tienen tantos recursos al comienzo, empiezan a colaborar con otros relacionados para ejecutar proyectos, y así sus servicios pueden ser más integrales”, explicó Elgart.
En esa línea, destacó el impacto positivo que generan estas comunidades en las economías de los territorios, razón por la cual, argumentó, el Estado ha dispuesto recursos para fomentar este proceso, aunque reconoció que todavía son insuficientes y dispersos, una realidad que podría cambiar, con la creación de la región y la instalación de direcciones regionales de agencias clave para el emprendimiento, como Corfo y Sercotec.
Elgart detalló que en la zona la comunidad de emprendedores que se está formando se observa principalmente en rubros como alimentos, construcción y servicios, donde destaca el área informática y asesorías en general.
En esa línea, planteó que existe una oportunidad en Ñuble para generar un ecosistema favorable al emprendimiento, para lo cual es necesario abordar ciertos desafíos que permitan planificar este trabajo.
“Es clave que las entidades públicas y privadas trabajen con el mismo objetivo, se necesita una mesa de trabajo con todas los actores involucrados con el emprendimiento, como el sector público, la academia y las instituciones privadas, y tenemos que hacerlo ahora, que es más fácil, porque estamos recién comenzando, a diferencia de lo que pasa en otras ciudades, como Concepción y Santiago”, sostuvo Elgart.
Incubadora
Otro de los desafíos de la región es contar con una incubadora de negocios. En ese contexto, adelantó que postuló un proyecto de este tipo al fondo Potencia, de Corfo.
“Este proyecto va a tener un impacto profundo en la zona. Lo abordaríamos de manera asociativa en conjunto con la Universidad Católica de la Santísima Concepción, que desarrollaría la incubadora; participaría Cidere Biobío, con un programa de mentores; y un programa de aceleración, que lo ejecutaría Acelera Latam, que es una institución penquista que pone en contacto el financiamiento privado con los buenos emprendimientos de la región”, detalló.
Destacó que “con este Potencia de Corfo podríamos potenciar la economía regional, porque ayudaríamos al emprendedor desde que tiene la idea de negocio, pero dentro de un programa de incubación, ayudándolos con una red de mentores, y después, cuando pasan una primera venta, se incuban y luego se aceleran. Por eso nuestra idea es enfocar este programa en emprendimientos locales que tengan una innovación, una base tecnológica y un impacto social”