Dos iglesias fueron quemadas en Santiago, al conmemorarse un año del estallido social del 18 de octubre de 2019, y a una semana del plebiscito. Durante la jornada, al menos 25.000 personas regresaron este domingo a la Plaza Italia, la zona cero de la capital, de acuerdo a las cifras oficiales de Carabineros. Aunque hubo incidentes aislados, como el enfrentamiento entre las barras bravas de Colo Colo y la Universidad de Chile y el ataque al edificio de la Mutual de Seguridad–, fue durante la tarde cuando comenzaron los sucesos de mayor gravedad.
En Puente Alto, un grupo de al menos 300 personas encapuchadas atacaron una subcomisaría de Carabineros. Lanzaron bombas molotov y otros elementos contundentes. En Padre Hurtado, manifestantes arremetieron contra el cuartel policial. En Coquimbo, un grupo atacó a Carabineros con objetos contundentes y prendieron barricadas. Ya entrada la noche, fue atacado un cuartel cercano a la población La Victoria, en Pedro Aguirre Cerda, donde fueron heridos funcionarios.
Los recintos religiosos incendiados están en la zona de la Plaza Italia: la capilla de Carabineros San Francisco de Borja, que ha sido atacada continuamente en estos meses, y la parroquia Asunción, un edificio de valor patrimonial cuya torre se derrumbó por las llamas, mientras grupos de jóvenes celebraban. En las redes sociales circula la imagen de una muchacha vanagloriándose de la destrucción al interior del templo. “Basta, basta de violencia. No justifiquemos lo injustificable”, indicó esta noche el arzobispo de Santiago, monseñor Celestino Aós.
En diferentes zonas de la capital y en otras ciudades del país se registraron saqueos a supermercados y barricadas, aunque al acercarse el toque de queda la violencia parecía descender.
Evaluación del Gobierno
En tanto, el Presidente Sebastián Piñera sostuvo una reunión con sus principales ministros y el director general de Carabineros, Mario Rozas. Luego del encuentro, el ministro del Interior, Víctor Pérez, indicó que los que generaron desórdenes fueron “grupos minoritarios” y que “buscaron realizar actos de violencia, vandálicos, contra la propiedad pública y privada”. “La violencia la vamos a enfrentar con las armas que la democracia y la ley tienen”, agregó Pérez.
Para Rozas, “hoy día ha quedado en evidencia quiénes son los delincuentes, quiénes son los vándalos”. Informó que cerca de 44.000 carabineros se desplegaron en todo el país y que hay detenidos y uniformados heridos, aunque no precisó las cifras.
A la zona de Plaza Italia llegaron durante el día sobre todo jóvenes, aunque se vieron familias y personas de todas las edades, incluidos niños y gente mayor. Los miles de ciudadanos que salieron a las calles desafiaron las medidas vigentes por la pandemia, que impiden encuentros en espacios públicos de más de 50 personas.
La manifestación fue masiva, como las que se llevaban a cabo antes de que explotara la crisis sanitaria a mediados de marzo.
De acuerdo al ministro del Interior, se protegió la infraestructura crítica, como el transporte público. Hace un año, los violentos quemaron 27 estaciones de metro, afectando la movilización de dos millones de capitalinos durante meses.