Señor Director:
Según cifras del Ministerio de Educación y el Banco Mundial, al interrumpir las clases presenciales por un período de 10 meses o más, los estudiantes chilenos pueden perder en promedio un 88% de su aprendizaje anual.
Por eso es clave que los niños puedan volver pronto a clases. Pero para ello deben darse ciertas condiciones básicas, que son responsabilidad de todos los actores, desde el Estado hasta los privados y la sociedad civil.
En primer lugar, es esencial que en los protocolos que los colegios y jardines infantiles preparen antes de abrir sus puertas consideren capacitaciones para los equipos educativos ya existentes y para nuevas contrataciones, y que estén en condiciones de enfrentar situaciones sanitarias y de estrés emocional.
Además, debe existir por parte de los apoderados la voluntad de permitir el reingreso de los alumnos, ya que actualmente existe mucha desconfianza de los padres para volver a reinsertar a sus hijos en esta nueva rutina.
Una vez resueltas estas condiciones podremos permitir que los niños y niñas vuelvan a reunirse con sus compañeros, a jugar y a tener actividades. Lo necesitan para seguir desarrollándose tanto de forma educativa como socioemocionalmente.
Alejandra Fuenzalida
Directora ejecutiva de United Way Chile