En sesión plenaria el Consejo de Monumentos Nacionales aprobó la solicitud de declaratoria como Monumento Histórico Nacional del Puente Ñipas sobre el Río Itata.
El viaducto, que conecta las comunas de Portezuelo y Ránquil, aún se encuentra en funcionamiento y ha sido clave para entregar conectividad a la Región de Ñuble desde la primera mitad del siglo XX hasta la actualidad.
“Por unanimidad el Consejo de Monumentos aprobó la solicitud para declarar el Puente Ñipas como monumento histórico, una iniciativa impulsada por los habitantes de la zona que reconoce en esta obra un ícono de su identidad”, expresó el subsecretario de Patrimonio del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y presidente del Consejo de Monumentos Nacionales, Emilio de la Cerda.
Aagregó que desde mediados del siglo XX este puente “permitió desarrollar la economía y comercio regional, conectó localidades, personas y es a su vez una obra constructiva notable aún en funcionamiento e inserta en un paisaje cultural formado por el valle, el río y el cerro, configurándose como nexo entre un ámbito rural (orilla de Itata) y uno urbano (Ñipas). Hace algunas semanas estuvimos allí en una visita técnica junto a la comunidad y son tantas las historias que se construyeron a través de este puente, es un elemento significativo del tejido social de las comunidades aledañas”.
El puente fue construido entre 1921 y 1923, posee una extensión de 800 metros, una sola vía, dos descansos y ha resistido los terremotos de 1939, 1960 y 2010, brindando un valioso servicio contribuyendo al desarrollo económico y conectividad de esta zona eminentemente viñatera.
La seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, María Soledad Castro, destacó que “es nuestro primer Monumento Histórico como región de Ñuble, el cual se suma a los dos puentes sobre el río Itata que ya son monumentos: el Viejo de Coelemu y el Puente Confluencia. Sus declaratorias son un punto de partida para poner en valor el patrimonio del Valle del Itata en su conjunto. Su patrimonio material, pero sobre todo, el inmaterial es lo que le da sustento a una identidad valiosísima que merece ser reconocida más allá de las fronteras de Ñuble”.
El expediente de declaratoria fue preparado por la oficina técnica regional del Consejo de Monumentos Nacionales y el equipo de Servicio País de Ránquil.