Señor Director:
Siete millones de dólares por 30 segundos es lo que costó un anuncio en el Super Bowl este año, cifra de uno de los eventos masivos más esperados de Estados Unidos que deja en evidencia cómo las grandes marcas están dispuestas a invertir millonarios presupuestos cuando quieren conectar de forma relevante y memorable con sus audiencias.
Que la industria publicitaria en latinoamericana haya crecido un 14% en el último trimestre, aún en tiempos de incertidumbre económica global, no es más que la confirmación de la relevancia de los canales no tradicionales – en este caso los eventos deportivos como el Mundial de Qatar – como motor para mover la inversión de forma directa e indirecta, pero también del importante rol que cumple la publicidad como dinamizador de otros sectores y por ende de la economía.
El sector de la publicidad está en proceso de transformación con la aparición de nuevas formas de comunicación que están cambiando nuestra manera de relacionarnos y, por ende, la manera en que las personas se relacionan con las marcas. Contrario a lo que se podría imaginar, la inversión publicitaria no está decayendo, sino que se está diversificando hacia nuevos canales y formas de expresión.
Nos olvidemos que la publicidad no sólo es un motor económico, sino que es parte de la identidad y del patrimonio cultural de un país, permitiendo financiar en forma importante la realización de eventos deportivos, artísticos y culturales; ayudando a la sostenibilidad de los medios de comunicación -lo que permite contar con una sociedad libre e informada- y contribuyendo, también, a difundir mensajes de carácter social que benefician a los colectivos más desfavorecidos.
Alejandra Ferrari
Directora ejecutiva de (ACHAP).