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Proyecto de nuevo relleno en Ch. Viejo entra en fase clave

En la escuela de la localidad de Llollinco en Chillán Viejo, fue realizada la primera de las dos jornadas de participación ciudadana contempladas en el proceso ligado a la evaluación ambiental del proyecto que busca instalar un nuevo relleno sanitario en la comuna histórica.

La empresa Inser S.A., ligada a la firma de recolección de basura Dimensión S.A., que tiene la concesión para la extracción y disposición final de los residuos domiciliarios de Chillán, ingresó el año 2017 una propuesta para habilitar un nuevo vertedero en una zona que ya tiene un relleno sanitario y otro industrial en la zona de Llollinco, en Chillán Viejo, perteneciente a Ecobío, propiedad de Southern Cross.

La propuesta sigue en evaluación en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), y  en virtud de observaciones vecinales y de entidades sectoriales, fue modificada para considerar entre otras cosas reciclaje o revalorización de detritus.

Frente a este cambio en la iniciativa, a empresa debió emprender una nueva etapa de participación ciudadana, la que comenzó el pasado martes, proceso en el cual, además de exponer la iniciativa, Inser S.A. “tendrá que recibir observaciones de la comunidad” , planteó el director de la Unidad de Medio Ambiente del municipio chillanvejano, Antonio Arriagada.

El asesor en temas ambientales planteó que “la empresa lo que hizo fue generar una Casa Abierta, donde a partir de módulos explicó sus planes a la comunidad comunal,  que llegó en gran número a la cita”.

“En la comuna no es un tema fácil de abordar. Hay un sector de la ciudadanía que no quiere que haya otro relleno sanitario, pues sienten que se ven invadidos por desechos de todo tipo”, agregó Arriagada.

El dirigente del sector rural, Ulises Lari, quien también lideró la oposición ciudadana a los planteles de crianza de cerdos que existen en la comuna, recalcó que “lo que más complica a la comunidad rural es la existencia de otro relleno, prácticamente en el mismo sector”.

Para el periodista,  detrás de esta propuesta de Inser “está el interés económico. Ellos quieren tener un sitio donde depositar la basura de Chillán que ellos mismos retiran”, a través de la firma Dimensión S.A.

Lari plantea que “la empresa dice que se va a dividir la basura de Chillán y otras comunas y ellos apuestan a generar una mayor competencia”, pero remarca que no quieren seguir siendo una zona de sacrificio, por la gran cantidad de empresas radicadas en el territorio comunal y que afectan la calidad de vida.

Ulises Lari agregó que el próximo 11 de junio será realizada otra jornada de participación ciudadana en las mismas condiciones (Casa Abierta), en dependencias municipales de Chillán Viejo, desde las 15.30 a las 19.30 horas.

El dirigente del sector Valle Escondido, Luis Mendoza, destacó que si bien hay ciertas aprensiones, hay personas que quedaron conforme  son la Adenda (documento que resumen las respuestas a las observacionesplanteadas al proyecto) presentada por la empresa, “pues se respondieron muchas dudas técnicas emanadas desde la comunidad y desde servicios públicos”.

Mendoza destacó que “a diferencia de Ecobío, la nueva planta trabajará con tecnología de última generación y dispondrá de procesos claros para reciclaje.Además, tendrá un adecuado tratamiento de líquidos”.

7 mil 500 toneladas mensuales

El proyecto, informó Inser S.A. denominado “Centro de Manejo Ambiental Ñuble Sustentable”, consiste en la construcción, operación y posterior cierre de un centro de manejo habilitado para la disposición final de aproximadamente 7.565 toneladas mensuales de residuos sólidos domiciliarios (RSD) y asimilables” que se generen en el territorio regional.

Víctor Amado, gerente general de la empresa, destacó que el proyecto considera una planta de reciclaje de residuos, “que recuperará un porcentaje de fracción inorgánica de los residuos sólidos domiciliarios”, como envases plásticos, papeles, cartones, envases de cartones para bebidas conocidos como tetra pack.

Además, contará con un área de disposición final de residuos, diseñado para una vida útil de 10 años, considerando la tasa de crecimiento de los residuos y la población de las localidades a las que se les prestará servicio, una planta de tratamiento de lixiviados, cuyas aguas serán descargadas como riego de monocultivo de Eucaliptus globulus.

El proyecto contempla la implementación de instalaciones complementarias, tales como infraestructuras para personal administrativo y de operación, báscula de pesaje de camiones recolectores, estanques para el almacenamiento de agua potable, entre otros.

El proyecto se emplazará en una superficie total de 93,3 hectáreas, de las cuales 7,308 hectáreas constituirán el proyecto en sí, siendo esta la superficie destinada como área de disposición final de residuos sólidos domiciliarios y asimilables.

Además, según la empresa, el proyecto contará con una zona de protección de 85,40 hectáreas, considerando un perímetro de 300 metros alrededor del área de disposición final.

Informes sectoriales

En el proceso de evaluación ambiental actualmente gestionado por el SEA de Biobío, hay entidades estatales que ya han validado la Adenda de Inser, como las seremis de Transportes y Telecomunicaciones, Agricultura, Turismo, MOP, Energía, SAG y DOH, mientras que otras entidades como la Municipalidad de Chillán Viejo mantienen cuestionamientos.

Entre los organismos que ingresaron objeciones a la Adenda se cuenta la Seremi de Salud del Biobío, que solicita “precisar protocolos, procedimientos y seguimientos de la actividad correspondiente a humectación de caminos con lixiviado tratado”.

Además, plantea que “no se realiza un mayor análisis en cuanto a superficies de caminos, control de escorrentías, afectación de aguas subterráneas, entre otros aspectos”.

La entidad agrega que en la Adenda “no se responde en relación a piscinas para almacenamiento de lixiviados en caso de emergencias (el titular solo responde que se descarta el riego con efluente)”.

Adicionalmente se solicita mayor precisión respecto de “la ubicación de la planta de reciclaje, en relación a las demás instalaciones del relleno sanitario, así como distanciamiento de deslindes del terreno”.

Respecto del cambio del sistema de reciclaje por una planta de valorización de residuos reciclables, se pide aclarar los efectos en la emisión de olores implicará este cambio y qué aporte a este tipo de emisión tendrá en el proyecto, por lo que se solicita incorporar también a la modelación esta área.

Se reitera asimismo que el titular incorpore dentro del cálculo de emisiones las generadas por el aumento de transporte, las cuales corresponden a emisiones indirectas, lo que “debe ser considerado para la etapa de construcción, operación y cierre del proyecto”.

Salud presentó además una serie de cuestionamientos relacionados con el manejo de biogás, lodos, lixiviados, productos de desecho de la planta de reciclaje y otras muchas materias que el titular deberá responder si espera abrir el relleno.

La Dirección General de Aguas (DGA), en tanto, realiza una serie de observaciones técnicas respecto del destino de las aguas que se generen en el proyecto, entre otras consideraciones.

“Este servicio se pronuncia conforme respecto a lo solicitado en el punto Nº 1.6 del numeral I. de la Adenda, por cuanto la titular corrige la identificación del plano de aguas lluvias”, pero asimismo expone que el titular “no esquematiza su sistema de riles, no detalla su funcionamiento, ni adjunta los perfiles transversales requerido”.

La DGA, tras recibir respuesta de una de sus observaciones, recalca que hasta ahora se pronuncia “inconforme respecto a lo solicitado en el punto Nº 1.19 del numeral I. de la Adenda, por cuanto la titular ha desestimado la actividad de riego con las aguas tratadas e indica que las aguas acumuladas serán aplicadas en la humectación de caminos. Al respecto, y considerando como referencia el DS 90/2001, la respuesta dada no aborda la totalidad de los antecedentes solicitados, específicamente en lo relativo al método o la forma de disposición de las aguas al momento de la humectación de los caminos de forma tal que no se afecte la calidad de los cuerpos de aguas superficiales y/o subterráneas por apozamientos o escurrimientos superficiales.

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