En los últimos años se ha observado un aumento de las inversiones en el rubro bodegaje y distribución principalmente en las comunas de Chillán y Chillán Viejo, aprovechando la ventaja de la ubicación privilegiada, como puerta de entrada al Sur de Chile y con conexión directa a Concepción y los puertos de Biobío.
Precisamente, una de las empresas más importantes del rubro en el país, Bodegas San Francisco (BSF), ha invertido en su centro logístico de Chillán -ubicado frente al casino de Marina del Sol- más de 2 millones de dólares en los últimos 8 años para sumar 9.000 metros cuadrados de superficie, lo que da cuenta del dinamismo que ha cobrado este rubro, de la mano del crecimiento de otros sectores. Es más, BSF proyecta levantar un segundo centro logístico en el kilómetro 410 de la Ruta 5, en Chillán Viejo, que tendrá 68.555 metros cuadrados y representará una inversión superior a los 11 millones de dólares.
Desde BSF destacan las ventajas de la ubicación de este proyecto, pues según argumentaron, existe la disponibilidad de terreno, que actualmente está en desuso, así como también la accesibilidad privilegiada desde la Ruta 5 y la presencia de núcleos poblados distantes del entorno inmediato. El sector escogido, cercano a la localidad de Los Colihues, se proyecta como el futuro polo de desarrollo logístico de la región de Ñuble, y así está definido en el Plan regulador intercomunal de Chillán y Chillán Viejo.
De hecho, a 10 kilómetros de ese lugar, en las próximas semanas se colocará la primera piedra de la planta de Ideal (Bimbo) en Chillán Viejo, una inversión de 52,8 millones de dólares cuyo emplazamiento fue definido, entre otros factores, atendiendo la estratégica ubicación en el kilómetro 420 de la Ruta 5, en el centro de Chile, con una expedita conexión a la Autopista del Itata y al Sur del país. Se trata de la primera planta que la empresa panificadora levanta fuera de la Región Metropolitana y que fue pensada para abastecer desde Ñuble al Sur. La planta de Bimbo, de 18.682 m2, que debiera entrar en operaciones el próximo año, se ubicará en un predio de 46 mil metros cuadrados en el Parque Industrial de Chillán Viejo, ubicado entre la Ruta 5 y la línea del ferrocarril.
Recientemente, la empresa de packaging sustentable, DPS Chile, acaba de abrir su primer centro de distribución en Chillán, desde donde planean suplir la demanda que se ha generado por este tipo de productos, especialmente por su línea “compostable”.
Sobre la apertura de la nueva sucursal, Juan Pablo Quilaqueo, subgerente de Marketing y Desarrollo de DPS Chile, comenta que “una oportuna y adecuada entrega es la parte más relevante de nuestro producto. Esta función debe cumplir cuatro condiciones básicas: calidad, cantidad, lugar y momento adecuados. Con este objetivo en mente, decidimos implementar este nuevo centro de distribución en la ciudad de Chillán, el que cumplirá inicialmente la función de acopiar y será el pulmón de abastecimiento para la zona sur, con esto también buscamos mejorar los tiempos de entrega y la disponibilidad en el área, así como capturar eficiencias operativas tanto para el sector sur como para nuestra casa matriz”.
Es un hecho conocido que la zona tiene una ubicación privilegiada desde la perspectiva de la distribución y la logística. Por ello, no es casualidad que en Ñuble naciera una de las mayores empresas del rubro, Distribuidora Rabié, cuyo centro de distribución ubicado en la Ruta 5 fue adquirido por Cencosud luego de la quiebra.
En el eje de la Ruta 5, definida como la zona de crecimiento natural de este rubro, otras empresas también han instalado sus centros de distribución, como CCU, Colún, Kaufmann y Chep.
A éstas se suman un número considerable de instalaciones de bodegaje y distribución tanto en el acceso sur a Chillán Viejo, como en el acceso norte a Chillán, que en décadas pasadas se potenció como zona industrial y de almacenaje.
Ruta 5-Chillán Viejo
El alcalde de Chillán Viejo, Jorge del Pozo, sostuvo que, “Chillán Viejo está bien ubicada, tiene el potencial para el crecimiento tanto habitacional, como también de servicios e industrias; se encuentra muy bien conectada, está cercana a otros centros urbanos de la Región y el país; tenemos la Ruta 5 con un amplio potencial de desarrollo industrial; como también la Ruta del Itata, que nos permite conectar con el gran Concepción y a través de ello con servicios como puerto y aeropuerto; y también con la ruta Chillán Viejo-Yungay que nos une con otras cuatro comunas de Diguillín. Probablemente, éste sea el factor que mayormente ha influido en la llegada de empresas de bodegas, almacenaje, logística y distribución en nuestra comuna, y también que la comuna cuente con instrumentos de ordenamiento territorial actualizados o en plena actualización, determinando los espacios hacia donde la comuna puede crecer en este ámbito, y que mayoritariamente está proyectado hacia zonas de amplia conectividad vial”.
El alcalde también hizo hincapié en que la comuna “se proyecta como una ciudad inteligente, una Smart City en que la tecnología, el respeto de los espacios públicos, las áreas verdes y la planificación urbana juegan un rol fundamental. Por lo anterior, en estos tres meses de gestión municipal, hemos estado trabajando, gestionando y generando las alianzas público-privadas para continuar atrayendo inversión en la comuna, contribuyendo a que se den más y mejores condiciones para el desarrollo integral de nuestra ciudad; hemos tenido conversaciones para un proyecto de ciudad satélite sustentable que busca conciliar el desarrollo de la ciudad con la preservación de la naturaleza, por lo que el proyecto contaría con viviendas, equipamiento comercial, educacional, deportivo, social, entre otros, respetando el entorno natural, como humedales y arboledas, o en un barrio inteligente, con vecinos de la comuna interesados en hacer crecer Chillán Viejo. Así también, nos hemos reunido con académicos y gremios ligados al comercio, buscando alternativas de trabajo colaborativo que nos permitan proyectar el crecimiento industrial en equilibro con el desarrollo urbano”.
Chillán
Por su parte, Nelson Anabalón, asesor urbanista de la Municipalidad de Chillán, expuso que el desarrollo de este rubro en la intercomuna “se debe primeramente al crecimiento de las propiedades en el centro de la ciudad. Esto ha llevado a que ahora sean solo para venta, mientras que los almacenamientos que antiguamente estaban en el área central se hayan ido desplazando hacia la periferia, en zonas que poseen terrenos con un valor más económico”.
“Asimismo -continuó-, con el tiempo también se han ido cambiando las transacciones de productos. Con la pandemia, la venta directa ha disminuido por la contingencia sanitaria, lo que ha significado tener almacenes para estos productos con sistemas de despachos que no requieren la presencia física del comprador”.
El profesional añadió que “como tercer elemento asociado, se puede señalar que se trata de un fenómeno que se da en otras ciudades que se ubican en el eje central por la búsqueda de una buena conectividad. En esas zonas urbanas en torno a estos ejes se aprecia un aumento en el uso del almacenaje”.
Oportunidad
Tanto en el sector privado como en el público existe coincidencia en que la zona tiene ventajas para crecer en este rubro. Específicamente, el eje de la Ruta 5 en Chillán Viejo es percibido con un gran potencial por su emplazamiento equidistante de Santiago y Osorno, junto al acceso a la Autopista del Itata, que conecta con Concepción y los puertos, así como también por la presencia de la línea férrea, que podría aprovecharse en la medida que exista la demanda y se ejecuten las inversiones necesarias, dado que a muy poca distancia está la estación Rucapequén, que en el pasado fue un punto neurálgico de la red ferroviaria.
Es más, estas inversiones también tienen un efecto dominó, ya que atraen la instalación de negocios relacionados, constituyendo en algunos casos verdaderos clúster, un fenómeno que ya se está comenzando a observar, y que según fuentes del rubro acelerará su crecimiento en los próximos años.
Un ejemplo de lo anterior es el parque industrial Chillán Viejo, que estará emplazado en el kilómetro 420 y contará con una superficie de 650 mil metros cuadrados con estándares internacionales, y que actualmente se encuentra en etapa de tramitación de permisos. En ese sentido, se sabe de al menos cinco empresas del rubro logístico y agroindustrial que habrían suscrito acuerdos para instalarse en el sector, con reserva de confidencialidad.
También ha trascendido que empresas del rubro maderero están pensando en proyectos de puerto seco, donde se pueden almacenar y preparar los contenedores antes de salir al puerto, cuyas bodegas tienen un costo muchísimo mayor. Pero hasta el momento, son solo ideas.
Y es que la idea de un puerto seco viene escuchándose hace mucho tiempo, pero poco se ha avanzado. Hace un par de años, la Universidad Católica de la Santísima Concepción postuló, sin éxito, un proyecto para generar un puerto seco con orientación agroindustrial.
Desafíos
Para el director de la Dirección de Desarrollo Económico y Productivo de la Municipalidad de Chillán, Renato Segura, “el desarrollo del rubro bodegaje en Ñuble es una consecuencia de las economías de escala que subyacen sobre el almacenamiento, consolidación, distribución y despacho de productos de exportación e importación al mercado internacional y local, respectivamente”.
Desde esa perspectiva, postuló que “Ñuble requiere inversiones para recuperar y/o habilitar infraestructura ferroviaria y aérea para el transporte de carga hacia los distintos mercados de destino para satisfacer los mayores requerimientos de los sistemas logísticos”.
“Mejorar la conexión ferroviaria entre los centros de almacenaje local y los puertos del Biobío sería un elemento estratégico para atraer los intereses de los sectores exportadores e importadores”, planteó el profesional, quien argumentó que “en todo el planeta, donde se han desarrollado con éxito los diferentes eslabones de la cadena logística, el transporte ferroviario es un factor que ha contribuido en forma sustancial a una mayor competitividad del sector”.