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Proyectan con urgencia arreglos en el estadio

Una trascendental reunión sostendrán hoy el alcalde de Chillán, Camilo Benavente, y su equipo, con el gerente de Ñublense, Hernán Rosenblum, con el objetivo de proyectar los arreglos que deben realizarse en el estadio Nelson Oyarzún Arenas, para que cumpla las exigencias del cuaderno de cargos de la Conmebol y sea habilitado para que el “Rojo” juegue la Copa Sudamericana 2022 en casa y no se traslade a Concepción.

Benavente le manifestó a Rosenblum que tienen “toda la disposición para poder cumplir con los requerimientos para que el club juegue en Chillán”.

Rosenblum agradeció la postura del edil y espera que este viernes puedan quedar definidos los arreglos más urgentes que necesita el recinto, que no es sometido a una mantención profunda para un torneo de esta envergadura, desde el 2015, cuando fue sede del Mundial Sub-17.

Exigencias

La Conmebol le hace una serie de exigencias a los estadios de los clubes que competirán en la Copa Sudamérica.

Entre ellas, el aforo, que para la etapa preliminar que jugará Ñublense, es de 7.500 espectadores, por lo que cumple con ese requisito. Y para fase grupos de 10.000 mil personas. También contar con un aeropuerto internacional a máximo 150 km., por lo que el Aeropuerto Carriel Sur de Concepción asoma como la alternativa para pasar esta exigencia.

Sin embargo, en el estadio mismo, recalca Rosenblum, deben enfocarse con urgencia las mejoras.

Por ejemplo. En la calidad de amplificación y sonido del estadio, que hoy es deficiente. La iluminación también será materia de mantención porque la Conmebol pide una potencia acorde a la calidad de la transmisión televisiva internacional. El valor lumínico de referencia para el 2022 es de Ev= 1.200 LUX.

“Es obligación para todos los estadios contar con un Sistema Electrógeno interconectado (Generador Eléctrico), preferentemente insonorizado, de manera tal que el suministro de electricidad, principalmente en lo que respecta a la iluminación del campo de juego, no se interrumpa, y así garantizar que esta sea constante y continua durante el desarrollo de los partidos en el caso de falla en la red principal. El delegado de partido puede solicitar, en cualquier momento, la realización de la prueba del sistema de generadores auxiliares para garantizar su buen funcionamiento y capacidad.

El incumplimiento a esta disposición conllevará la imposición de las siguientes sanciones al club responsable, por la Comisión Disciplinaria de la Conmebol: en la Fase Preliminar y Fase de Grupos: con una multa de al menos USD$15.000. En el caso de una segunda y subsiguientes infracciones se impondrá una multa de USD$20.000, reza el cuaderno de cargos.

La cancha

La cancha, quizá el aspecto más deficitario del estadio, también necesitará una mantención, aunque los expertos postulan que “hay que hacerla de nuevo”. Al menos, a corto plazo, imposible esa opción.

También se tendrá que dotar al recinto de una sala de prensa con internet de alta velocidad y una tribuna de prensa con pupitres en la zona pacifico, que estuvo para el Mundial Sub-17, pero luego fue sacada.

También el recinto deberá habilitar contar con diversos sectores para reuniones de los delegados de la Conmebol, los árbitros y equipos de comunicaciones.

El estadio cerrará el próximo martes por casi un mes y medio para ser sometido a todos los arreglos necesarios que permitan que el Rojo, después de 13 años, juegue la Copa Sudamericana en Chillán. Eso, sí la Conmebol, le sube el pulgar.

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