Junto con las elecciones presidenciales del 21 de noviembre, también se renovará la totalidad de la Cámara de Diputados, y la mitad de la del Senado, correspondiéndole a la Región de Ñuble elegir a estas últimas autoridades, para el próximo período de ocho años.
A diferencia de los independientes, los partidos tienen bastantes más regalías a la hora de inscribir a sus cartas: no requieren reunir patrocinios, y pueden pactar entre ellos, conformando listas que en el caso de Ñuble, para la elección de senadores, les permite llevar hasta tres candidatos; y en la de diputados hasta seis representantes, versus las candidaturas en solitario que enfrentarán los independientes, quienes además, para poder competir, deben conseguir antes del lunes 23 de agosto más de 1.083 patrocinios electrónicos o firmas presenciales, que es lo que les exige el Servel para poder inscribirse.
Esta desigualdad de condiciones, que no quiso ser resuelta por el congreso, donde se encuentran en trámite dos proyectos que buscaban facilitar la participación de independientes, permitiéndoles conformar listas entre ellos, como ocurrió para las elecciones de constituyentes; sin duda beneficiará a los pactos conformados por los partidos tradicionales, pues podrán llevar más candidatos, sumar más votos, y por ende, obtener más escaños debido al sistema proporcional que nos rige, el cual privilegia la votación de las listas por sobre la de las candidaturas individuales.
Es decir, se puede dar la paradoja de que un independiente saque una de las cinco primeras mayorías, pero no sea elegido para uno de los cinco cupos disponibles, pues una lista con seis candidatos logró sacar a uno de sus integrantes que alcanzó menor votación, por el denominado “arrastre”.
Hasta el momento, siete son los nombres preinscritos en el sitio web del Servel para reunir patrocinios.
Para senadora, solo está el de la arquitecta Ana María Vergara San Martín; para diputados los de Rodrigo Castro Galaz (quien finalmente no las requerirá, pues competirá al alero del Partido Conservador Cristiano), Víctor Soto Mesas, Miguel Pérez Rivera, Darío Cabezas Astorga, María Consuelo Villaseñor Soto y Claudio Venegas Villanueva. Estos dos últimos, buscan ser el (la) representante de la Lista del Pueblo.
Dura disputa
Al interior de los partidos tradicionales, la disputa por quedarse con los cupos ha sido bastante competitiva.
Es el caso de la UDI, donde la candidatura al Senado aún no es definida, y debiera recaer en Jacqueline van Rysselberghe o Gustavo Sanhueza. Finalmente será una encuesta la que determinará quién competirá, luego que el partido a nivel local se dividiera en cuanto a los apoyos.
En RN, en tanto, no se sabe si competirá Frank Sauerbaum, o si irá a la reelección como diputado, y el consejo distrital proclamó hace unos días como precandidatos a Mario Ríos, Rosa Oyarce y Frank Sauerbaum.
En Evópoli, por su parte, todo apunta a que Luciano Cruz-Coke competirá por Ñuble.
Cabe recordar que la disputa senatorial será especialmente dura, pues son solo dos cupos.
En el caso de Unidad Constituyente, se medirán Loreto Carvajal y Jorge Sabag, y un tercer nombre, que podría ser Marco Enríquez-Ominami, si logra recuperar sus derechos electorales.
Por el Partido Republicano, en tanto, hasta el momento competiría Ignacio Urrutia.
En cuanto a diputados, aún no se sabe cuántos cupos tendrá cada partido. Sin embargo, es en esta elección donde los independientes tendrían más posibilidades de “meterse” en alguno de los cinco cupos disponibles.
