El mundo de la cultura de Italia, desde el gran director de orquesta Riccardo Muti, pasando por los cineastas Marco Bellocchio y Nanni Moretti, han protestado este martes contra las nuevas restricciones sanitarias impuestas por el gobierno para frenar el preocupante aumento de los contagios de coronavirus.
El cierre de las salas de cine y de teatros decidido por decreto desató un movimiento de protesta pacífica por parte de actores, directores, cantantes e intelectuales pidieron públicamente al jefe de gobierno, Giuseppe Conte, y al ministro de Cultura, Dario Franceschini, que levanten la medida.
Entre los firmatarios figuran importantes directores de cine, entre ellos Gianni Amelio, Pupi Avati, Marco Bellocchio, Nanni Moretti, Giuliano Montaldo, Paolo Taviani, Enrico Vanzina, Paolo Virzì, todos preocupados por la crisis desatada en ese sector tras el primer confinamiento de marzo y que corre el riesgo de agravarse ulteriormente con las nuevas medidas.
“Los nuevos decretos afectan al sector que en Italia más se ha adaptado de manera correcta y respetuosa a las medidas prescritas por los protocolos sanitarios”, advierten en un comunicado.
Las pocas salas de cine y de conciertos que abrieron en las distintas ciudades de la península, así como los festivales celebrados, dispusieron dos puestos libres entre los espectadores, la obligación de reservar la entrada on line y el uso de mascarilla en forma permanente.
“Según los últimos estudios, los teatros y las salas de concierto y de cine figuran entre los lugares más seguros del país, y en virtud de ello no entendemos la lógica con la que se han suspendido esas actividades”, lamentan los firmantes.
En una carta enviada al jefe de gobierno, el maestro Muti, entre los directores de orquesta más conocidos del país, a cargo actualmente de la prestigiosa Orquesta de Chicago, quien dirigió La Scala de Milán de 1986 a 2005, protestó contra una medida que penaliza a toda una categoría.
“Cerrar salas de conciertos y teatros es una decisión grave. El empobrecimiento de la mente y del espíritu es peligroso y también perjudica la salud del cuerpo”, escribió.
“La decisión no tiene en consideración los sacrificios, sufrimientos y responsabilidades frente a la sociedad civil de miles de artistas y trabajadores de los distintos sectores del mundo del espectáculo, que se sienten ofendidos hoy en día en su dignidad profesional y en total aprehensión por el futuro”, subrayó.
Por su parte, el primer ministro respondió este martes a Muti en otra carta en la que manifiesta su respeto y admiración por ese sector y explica que “jamás lo ha considerado superfluo” y que el criterio adoptado fue el de “reducir la socialización y las ocasiones de reunión con el fin de disminuir drásticamente el número de contactos personales”.
Los llamamientos al gobierno se han multiplicado en cartas, tuits, súplicas para que “no le quiten a los ciudadanos la posibilidad de soñar”, escribieron un grupo de mujeres entre ellas Claudia Gerini, Cristina Comencini, Lella Costa