El diputado independiente Carlos Bianchi ha anunciado su intención de presentar una reforma constitucional que pondría fin a la pensión vitalicia que actualmente reciben los expresidentes de la República en Chile. El objetivo principal de esta iniciativa es evitar que el actual Presidente, Gabriel Boric, quien dejaría su cargo a los 40 años, reciba esta pensión.
Bianchi explicó que su propuesta busca que los expresidentes puedan optar por una pensión especial, pero únicamente una vez que alcancen los 65 años de edad, no al término de su mandato.
La iniciativa del otrora senador es respaldada por sus compañeros de comité Héctor Ulloa y Jaime Araya.
“Nos parece absolutamente impresentable que quien a los 40 años pase a ser expresidente de la República cobre de por vida una pensión de casi, o más, de 16 millones de pesos mensuales”, expresó el diputado.
La reforma constitucional propuesta por Bianchi establecería que tanto los expresidentes actuales como futuros deberían solicitar esta pensión, en lugar de recibirla automáticamente al dejar el cargo. Además, se requeriría que los expresidentes tengan al menos 65 años de edad para poder acceder a esta pensión, alineándose así con las edades de jubilación habituales en el país.
El parlamentario hizo un llamado al Presidente Boric para que respalde este proyecto de ley o presente uno similar.
Actualmente, según el artículo 30 de la Constitución Política de Chile, los expresidentes y expresidentas reciben como pensión el equivalente a una dieta parlamentaria, además de gastos de traslación y funcionamiento de oficinas.
En enero de 2024, la dieta de los expresidentes Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera fue de 7,3 millones de pesos, lo que ha generado críticas y debate sobre la necesidad de reformar estas pensiones para garantizar una distribución más equitativa de los recursos públicos.