Chile es reconocido a nivel mundial por el prestigio de sus vinos, pero detrás de este reconocimiento hay todo un trabajo relacionado con los estándares de elaboración de este producto. El uso de las cepas y su mezcla es trascendental a la hora de definir su valor en el mercado.
De acuerdo a lo expresado en la Comisión de Agricultura algunos vitinicultores mezclan vino de uva de mesa con vino de uva vinífera con o sin denominación de origen, adulterando los estándares de producción, todo con el fin de bajar los costos de elaboración, lo que finalmente perjuidica al sector que ubica a Chile entre los 10 mayores productores de hectolitros de acuerdo a la Organización Internacional del Vino con una producción de 12,9 millones de hectolitros durante el año 2018.
Haciéndose cargo de esta realidad, los senadores Ximena Rincón, Juan Castro, Juan Antonio Coloma, Álvaro Elizalde y Rodrigo Galilea –quienes representan a la región de El Maule, eminentemente viñatera- presentaron una moción que modifica la ley de Alcoholes respecto a las sanciones administrativas. La idea es subir las actuales multas que hoy se cursan a quienes alteren la producción de vino.
La norma está siendo analizada por los integrantes de la Comisión de Agricultura, quienes en su última sesión decidieron generar una mesa de trabajo para analizar las indicaciones presentadas al texto. Los asesores de los senadores y el Ejecutivo representado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) buscarán la fórmula para desincentivar las malas prácticas y proteger el prestigio de los vinos chilenos en el mundo.
En proyecto propone que “el que elaborare productos utilizando alcoholes no etílicos y los destine a la bebida; o emplee tratamientos o aditivos prohibidos o en una forma distinta a la autorizada, que conviertan al producto en tóxico o dañino para la salud y los destine a la bebida; y el que sin ser elaborador comprare para vender los productos señalados anteriormente, y los destinare a la bebida; será sancionado con una multa hasta un máximo de 5.000 Unidades Tributarias Mensuales (UTM)”.
Dicho monto se establecerá “atendida la importancia del daño causado o del peligro ocasionado, el beneficio económico obtenido en la comisión del delito, y la capacidad económica del infractor. En todo caso, en el cálculo del monto total de la multa, el monto mínimo del beneficio económico a aplicar será el doble del obtenido”.
Actualmente, la multa es de 150 UTM, es decir, casi 8 millones de pesos. Si se considera un techo de 5 mil, es decir, unos 263 millones de pesos, las diferencias son evidentes. Ese fue un punto del debate en la Comisión, donde se hizo ver la importancia de elevar las sanciones, pero dentro de un marco que haga posible su cancelación dado los distintos tamaños de los viñateros.
También se analizó la pertinencia de subir el piso de la multa que hoy es 15 UTM a 200 UTM, revisar lo relacionado a la reincidencia y distinguir la tipificación de la falta cuando se trata de una mezcla con un vino con o sin Denominación de Origen (DO). Así desde el Ejecutivo plantearon que “en el caso que se mezcle vino de mesa con una cepa con DO, se estaría en presencia de una falsificación; mientras que si se trata de una cepa sin DO, se trataría de una adulteración”.